Mientras se espera una resolución, la comunidad sigue en lucha por el derecho a permanecer en sus hogares
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
Habitantes de la colonia 5 de Marzo, en el sur de San Cristóbal de Las Casas, enfrentan un desalojo inminente tras 30 años de ocupar terrenos que consideran su hogar. La notificación, emitida por un juez y ejecutada por la policía, ha generado indignación y temor entre cinco mil personas que viven en el área. A pesar de que algunos han logrado escriturar sus terrenos, la mayoría sigue en espera de regularizar su situación.
La mobiliaria Molino La Alborada, propietaria original de las 10 hectáreas ahora ocupadas, ha sido señalada por los colonos de no aceptar sus ofertas para comprar los terrenos. Los habitantes, explicaron que durante años han expresado su disposición a pagar por los predios. Sin embargo, la falta de acuerdo con la inmobiliaria ha mantenido a la comunidad en una situación de incertidumbre y vulnerabilidad.
La notificación de desalojo ha generado preocupación, porque muchos residentes han invertido en la mejora de sus viviendas y en la construcción de una comunidad sólida. “Nosotros estamos en la disponibilidad de pagar los terrenos, nunca nos hemos negado a pagar”, afirmó un residente. Los residentes buscan formas de proteger sus hogares y asegurarse de que sus derechos sean respetados.
En respuesta a la amenaza de desalojo, los habitantes de la colonia 5 de Marzo han decidido organizarse y hacer oír su voz. Se han reunido para planificar una conferencia de prensa con el objetivo de informar a la opinión pública sobre su situación y solicitar apoyo. Habitantes esperan que, al visibilizar su problema, se generen soluciones justas que les permitan seguir viviendo en el lugar que han llamado hogar durante tres décadas.
Este caso pone de relieve la complejidad de los problemas de tierras y la necesidad de políticas claras y equitativas que protejan a los habitantes de asentamientos irregulares. La historia de la colonia 5 de Marzo es un ejemplo de cómo las disputas por predios pueden afectar la vida de miles de personas.