Empresarios advirtieron un impacto severo en ventas por la posible disminución de visitantes guatemaltecos
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
La reciente alerta emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala sobre posibles riesgos en la frontera de Chiapas ha generado una ola de preocupación entre los empresarios de Tapachula. La advertencia, que desaconseja transitar por ciertas áreas fronterizas, podría ahuyentar a los turistas guatemaltecos, quienes representan una pieza clave para la economía local. Esta situación pone en riesgo la estabilidad de un sector que depende en gran medida de los visitantes chapines.
El presidente de la Asociación de Comerciantes Establecidos y Propietarios de Inmuebles de Tapachula (Acepitap), José Elmer Aquiahualt Herrera, destacó que la economía regional está ligada al flujo de compradores guatemaltecos. Según datos del sector, el 60 por ciento de los ingresos comerciales proviene de este mercado transfronterizo.
El impacto no se limita a las tiendas. Los guatemaltecos que visitan Tapachula no solo compran productos; también generan ingresos en restaurantes, hoteles y atracciones turísticas. La caída en su afluencia representaría un golpe severo para estos sectores, que han encontrado en los turistas un soporte económico fundamental. La incertidumbre, advirtieron los empresarios, podría derivar en una desaceleración prolongada para la economía local.
Ante este panorama, el secretario de Procentro, Aníbal Enrique Núñez, instó a las autoridades a actuar con rapidez para garantizar la seguridad en la franja fronteriza. “Es necesario un despliegue inmediato de operativos que brinden confianza a los visitantes guatemaltecos y mitiguen los efectos de esta alerta”, enfatizó. La propuesta incluyómovilizar a la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal, un grupo especializado que podría jugar un papel crucial en reforzar la percepción de seguridad.
La alerta guatemalteca ha evidenciado la fragilidad de la economía tapachulteca, cuya dependencia del turismo comercial transfronterizo necesita un enfoque más resiliente. La crisis actual no solo exige soluciones inmediatas, como mayor vigilancia, sino también estrategias a largo plazo para diversificar los ingresos y fortalecer el desarrollo económico regional.