El incumplimiento de acuerdos podría llevar a frenar las actividades en la institución
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
El sistema del Colegio de Bachilleres de Chiapas (COBACH), que atiende a miles de estudiantes en el estado, enfrenta una crisis laboral que podría desembocar en una huelga general. Cerca de cinco mil docentes y administrativos denunciaron el incumplimiento de acuerdos laborales, en torno a un aumento salarial del 15 por ciento que lleva meses sin resolverse. La falta de acción por parte de la dirección general y la Secretaría de Hacienda mantiene a los trabajadores al borde del paro.
La raíz del problema radica en el estancamiento de la revisión del contrato colectivo de trabajo. Este acuerdo es vital para actualizar las condiciones laborales de los empleados del COBACH, pero su discusión se ha convertido en una cadena de retrasos y promesas incumplidas. Los trabajadores del Sindicato Único Independiente del Colegio de Bachilleres de Chiapas (SUICOBACH) señalaron que esta situación no solo afecta su estabilidad económica, sino también la operación de los planteles y la calidad del servicio educativo.
Otro punto crítico son los pendientes relacionados con las categorizaciones laborales y la implementación de la medida Bienestar. Estas iniciativas, que prometían mejorar las condiciones del personal, se han quedado en el papel, lo que agrava el descontento. Los empleados del COBACH exigieron que las autoridades cumplan con estos compromisos antes de que el sistema colapse por completo.
Este 20 de noviembre marca una fecha límite. Si no se presentan avances tras la última audiencia en el Juzgado Laboral el día previo, el sindicato tiene previsto iniciar un paro indefinido. Esta decisión afectaría a más de 300 planteles en todo el estado, lo que dejaría a miles de estudiantes sin clases y a sus comunidades sin una solución clara en el horizonte.
La falta de respuesta pone en entredicho la capacidad de las autoridades para gestionar una crisis de esta magnitud. Mientras los trabajadores se preparan para defender sus derechos, las consecuencias de una huelga prolongada amenazan con impactar no solo al sistema educativo, sino también al tejido social de la entidad