Roberto Chanona
Conocí al ingeniero Amílcar Vidal Sánchez, en la Ciudad de México, cuando me fui a estudiar la secundaria en 1973. Los domingos, él venía a comer a la casa de su cuñado Patricio Rivero Novelo, esposo de mi tía Carmita Chanona, hermana de mi madre. Don Amílcar, era un hombre de un metro ochenta, delgado, siempre de traje, abrigo, guantes y sombrero. Tenía una presencia sumamente elegante, parsimoniosa, con voz calmada, que dejó una huella indeleble en mi memoria.
Sentando en el sillón individual de la sala, con la pierna cruzada, don Amílcar había estudiado Ingeniería Civil en el Instituto Politécnico Rensselaer de Troy, Nueva York. Posteriormente, obtuvo el puesto de jefe de Puertos, Faros y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, donde trabajó de 1917 a 1926. Así que uno de los faros que tenía que supervisar, era el de Cozumel, donde conoció a su esposa Elvira Rivero Novelo.
Personalmente no conocí a Mamá Vila, su esposa, como le decía su hermano Patricio, puesto que ya había fallecido. Así que don Amílcar llegaba siempre solo porque su cuñado, el tío Pato, preparaba los domingos chocolomo, relleno negro u otra comida yucateca, que a al ingeniero le encantaba.
Por su parte, la doctora María Elena Tovar González en Chiapas en el Congreso Constituyente de 1916- 1917, nos permite conocer la participación de los cinco diputados que representaron al estado de Chiapas y sus aportaciones para crear la Ley Suprema de los mexicanos: Los temas presentados dan pie al siguiente capítulo sobre los constituyentes de Chiapas en 1917, donde se expone el contexto personal de cada uno. Fueron propuestos siete chiapanecos, pero solo cinco asistieron a Querétaro. El abogado Daniel Antonio Zepeda, el ingeniero Cristóbal Llaven Castillo, el licenciado Lisandro López, el abogado Enrique Suárez y el ingeniero José Amílcar Vidal Sánchez, los cuales eran profesionales conocidos por haber servido en diferentes administraciones gubernamentales. Las circunstancias especiales de algunos archivos en el estado no facilitan del todo encontrar información sobre algunos de ellos, dado que debido a inundaciones o incendios se ha perdido documentación o se encuentran en proceso de catalogación. Se presenta a cada uno de ellos en orden cronológico, tomando en cuenta su fecha de nacimiento
El ingeniero José Amílcar Vidal nació en 1890 en el rancho San Francisco, Pichucalco, Chiapas. Proveniente de una familia hispanoportuguesa de hacendados desde la época de la colonia, Amílcar Vidal fue la primera generación de ingenieros civiles en el estado. En 1916 fue elegido diputado constituyente por el VI Distrito con cabecera en Pueblo Nuevo. También fue hermano del general Carlos A. Vidal,gobernador de Tabasco, Quintana Roo y de Chiapas en 1925. En 1927, el Congreso de Chiapas le da licencia al generalpara hacerse cargo de la campaña del general Francisco A.Serrano, un viejo amigo suyo y colega. Estos dos fueron asesinados por órdenes de Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, en la ciudad de Huitzilac, Morelos. Al día siguiente, asesinaron a su hermano Luis Vidal que fungía como gobernador interino del Estado, junto con el líder RicardoAlfonso Paniagua. Estos personajes al parecer fueron fusilados donde está actualmente el Mercadito de las Flores, en el centro de Tuxtla Gutiérrez.
Entonces el ingeniero Amílcar, al ver que su vida estaba en peligro, tiene que salir del país junto con toda su familia. Se refugia en la ciudad de Quetzaltenango, Guatemala. La estancia ahí duró casi dos años porque en 1928, matan en la Bombilla a Álvaro de Obregón y entonces espera que las aguas se calmen y regresa a México en 1929. Otra fuente nos dice que también vivió en Belice y volvió en 1932. Más tarde obtuvo el cargo como jefe de maquinaria en la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas. Desilusionado de la política, decidió dedicarse realizar obras de construcción como la que realizó en Chiapas de Las Cruces a Arriaga, llamada tramo Cero- Arriaga. Me dice su nieto Romeo León Vidal que su abuelo le platicó que, para realizar el tramo de La Sepultura, utilizó un antiguo camino de carreta. El primer campamento lo hicieron en Ocozocoautla y el segundo, en Santa Isabel. Don Amílcar falleció en la Ciudad de México en 1978.
De niño, también conocí a su hija, Betty Vidal Rivero, una mujer adelantada a su época. Ella fue la primera mujer titulada de la Facultad de Ingeniería de la UNAM. También estudió en el Conservatorio Nacional de Música, graduándose de pianista. La tía Betty, se casó con Romeo León Mendoza, hermano de mi padre, y se fue a vivir al rancho Santa Isabel en Ocozocoautla. Entonces, cuando me quedaba en su casa los fines de semana, nos sentaba a todos los primos en la sala y ella tocaba al piano partituras deBeethoven, Mozart, y música popular de México.
Por su parte, Valente Molina nos dice: Carlos Vidal hizo el doble de reparto de tierras a campesinos que la administración anterior. Más de 171 mil 886 hectáreas, hecho que consolidó su popularidad y la aceptación de su política socialista. Logró el apoyo de miles de adeptos que propagaron sus ideas en varias regiones y que realizaron afiliación el Partido Socialista de Chiapas, como en Motozintla y alrededores en donde operó Ricardo Alfonso Paniagua, quien desde 1920 lideraba el Partido Socialista del Soconusco.
Algo muy trascendente fue la publicación del Decreto en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Chiapas en mayo de 1925, que reconoció a las mujeres los mismos derechos políticos que el hombre; esto es, el derecho a votar y ser votada para los puestos públicos de elección popular.
Pienso que aún tenemos una deuda pendiente con esta familia de valientes y valiosos hombres revolucionarios.Ojalá que en el futuro, se haga un trabajo de investigación a fondo de estos chiapanecos que merecen todo el honor porque pusieron en alto el nombre de Chiapas.