Más de 200 doctores extranjeros han ayudado a reducir la brecha de acceso a servicios en comunidades
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
El sistema de salud en Chiapas ha encontrado un respiro con la llegada de médicos cubanos y migrantes capacitados en áreas médicas. En un estado donde la falta de especialistas ha sido una constante, estos profesionales han sido desplegados en comunidades rurales y marginadas, cubriendo una necesidad que por años quedó sin respuesta.
Más de 200 médicos cubanos han sido integrados a hospitales y centros de salud, donde brindan atención en pediatría, ginecología, epidemiología y medicina general. Su presencia ha reducido los tiempos de espera y mejorado la calidad del servicio, según datos de la Secretaría de Salud estatal. A esto se suman 290 migrantes que participan en programas de salud preventiva, como el combate de enfermedades transmitidas por vectores.
El impacto de este esfuerzo no solo se traduce en consultas médicas. En regiones indígenas y rurales, donde el acceso a la salud es limitado, la presencia de especialistas extranjeros ha significado diagnósticos más oportunos y una mejor cobertura en la atención primaria. Además, las campañas de prevención han cobrado mayor fuerza, en especial contra el dengue y otras enfermedades comunes en la entidad.
Lejos de la controversia que en otros momentos ha generado la integración de médicos extranjeros, en Chiapas el Gobierno estatal ha respaldado la iniciativa y considera que su permanencia es clave para atender la demanda médica. Además, han impulsado procesos de capacitación y certificación para garantizar que el personal cumpla con los estándares de calidad requeridos.
El gobernador Eduardo Ramírez Aguilar ha enfatizado que los migrantes deben ser vistos como una oportunidad y no como un problema. Su postura reforzó la visión de que la colaboración internacional y el talento migrante pueden ser una solución a las deficiencias históricas en salud, en específico en un estado donde la cobertura médica ha sido un reto permanente.