En marzo, 65 reportes fueron presentados ante la Fiscalía. La mayoría de las víctimas siguen sin aparecer
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
La desaparición de mujeres en Chiapas sigue en ascenso. En lo que va de marzo, 38 han sido reportadas como desaparecidas, lo que refleja un patrón que persiste pese a las estrategias de seguridad implementadas. Los registros oficiales indicaron que la violencia y la vulnerabilidad de este sector poblacional no han disminuido, esto deja en evidencia un problema estructural.
El fenómeno no se limita a un grupo etario específico. Entre las personas desaparecidas hay 21 menores de edad, lo que confirma que las niñas y adolescentes están en un estado de riesgo constante. La falta de medidas preventivas efectivas y el lento actuar en la búsqueda inmediata agravan la crisis.
Tuxtla Gutiérrez, Comitán y Tapachula encabezan la lista de municipios con más reportes. En estas ciudades, el miedo a la desaparición se ha normalizado entre las familias, quienes exigen acciones más contundentes. La impunidad y la falta de protocolos efectivos hacen que cada caso se convierta en una lucha desesperada por la localización de sus seres queridos.
De los 64 casos reportados este mes, 27 personas siguen sin ser encontradas y cuatro fueron halladas sin vida. Estas cifras exponen la fragilidad del sistema de justicia y la urgencia de modificar las estrategias de búsqueda y protección. La diferencia entre ser localizada con vida o no, en muchos casos, radica en la rapidez de la respuesta institucional.
Mientras tanto, colectivos y organizaciones civiles han asumido un rol clave en la búsqueda de desaparecidos. En un contexto donde las autoridades avanzan con lentitud, son estos grupos quienes presionan por respuestas y mantienen viva la esperanza de cientos de familias que esperan la vuelta de sus seres queridos. Sin embargo, la falta de recursos y apoyo institucional limitan su alcance. La exigencia de acciones concretas no solo proviene de los familiares, sino también de una sociedad que se niega a normalizar la crisis.