Con el respaldo del Gobierno estatal, celebran la reanudación de actividades bajo un marco legal que beneficiará a miles
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
La industria gallera y ecuestre en Chiapas se prepara para un nuevo capítulo con la inminente reactivación de las peleas de gallos y las carreras de caballos. Luego de meses de negociación, representantes del sector lograron un acuerdo con Gobierno estatal que permitirá regular estas actividades bajo un nuevo decreto.
El consenso se alcanzó tras una reunión en el Palacio de Gobierno, donde el consejero jurídico del gobernador Eduardo Ramírez Aguilar se comprometió a entregar, en un plazo de ocho días, el documento que normará la práctica de estos eventos. La medida busca dar certeza legal a un sector que, según sus promotores, forma parte del patrimonio cultural de Chiapas y sustenta a miles de familias.
La Sección Nacional de Criadores de Aves de Combate y grupos galleros señalaron que este avance es resultado de dos meses de diálogo constante. “Estamos confiados en que el Gobierno cumplirá con lo pactado”, expresó la representante legal del gremio, la cual destacó la paciencia de los involucrados mientras se concretaban las negociaciones.
Los Carrilleros Unidos de Chiapas, organización que agrupa a criadores y promotores de carreras de caballos, calificaron la decisión como un “momento histórico” para su sector. Afirmaron que la regulación no solo dará estabilidad a su actividad, sino que también impulsará la economía local, al beneficiar a empleadores y trabajadores vinculados a esta tradición.
El decreto en proceso de firma representa un intento por equilibrar las exigencias del sector con las normativas vigentes. Con la inminente oficialización del acuerdo, el futuro de las peleas de gallos y carreras de caballos en Chiapas dependerá de cómo se implementen las nuevas reglas y del respaldo gubernamental para garantizar su operatividad dentro del marco legal. La efectividad de esta regulación será clave para determinar si se logran los objetivos de conservación cultural y desarrollo económico, sin comprometer el bienestar público.