El rezago judicial impacta a familias enteras, que viven entre incertidumbre y desesperanza
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
En Chiapas, la prisión no siempre empieza con una condena. Cerca de 600 personas permanecen
recluidas en penales de la entidad sin haber recibido una sentencia, muchas desde hace más de
una década. En Tapachula, el Cereso 3 alberga a unas 300 de ellas, hombres y mujeres que siguen
en espera que el sistema judicial resuelva lo que nunca debió prolongarse tanto.
La mayoría de estos casos son herencia de un sistema penal que ya no existe. Quienes fueron
procesados bajo el modelo anterior, lento, opaco y sin garantías mínimas, quedaron atrapados en
una especie de limbo legal. El nuevo sistema de justicia oral no los contempla, y la burocracia ha
decidido ignorarlos en lugar de integrarlos y agilizar sus procesos.
La organización Mujeres en Movimiento por la Liberación Nacional ha acompañado a madres,
esposas e hijas de estas personas, los cuales han denunciado la omisión de responsabilidad por
parte del Estado. “No es un olvido, es negligencia”, subrayó su dirigente, Isabel Méndez
Hernández. Entre sus compañeras hay quienes llevan años haciendo visitas a cárceles sin
respuestas, resistiendo la injusticia institucionalizada.
El impacto de esta situación va más allá del encierro físico. La falta de sentencias impide acceder a
beneficios legales, agrava el hacinamiento carcelario y destruye de manera emocional a familias
completas. Cada día sin resolución judicial es una forma de castigo sin juicio, un atropello a los
derechos humanos que pone en entredicho la legitimidad del sistema de justicia.
El reclamo es claro, sentencias apegadas a derecho, celeridad en los procesos y voluntad política
para corregir una deuda histórica con quienes han sido condenados sin juicio. No se exige un trato
especial, solo que la justicia alcance a todos, incluso a quienes ya han sido olvidados tras los
muros. La omisión prolongada no solo viola derechos, también mina la credibilidad de todo el
sistema judicial.