Ana Laura Romero Basurto
Cada día, las mujeres abrimos camino con trabajo, inteligencia y convicción. No ha sido fácil, pero hemos demostrado que no solo somos capaces, sino necesarias en la toma de decisiones que transforman realidades. El liderazgo femenino ya no es una aspiración, es una realidad que se impone con mérito propio.
Un ejemplo que trasciende fronteras es el de Annalena Baerbock, ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, quien ha sido recientemente electa como presidenta de la Asamblea General de la ONU. Desde 1945, solo cinco mujeres han ocupado este cargo. Hoy, con voz firme, Annalena nos recuerda que el liderazgo global también puede tener rostro de mujer:
“Es un honor para mí asumir esta tarea en septiembre y guiar la labor del órgano más representativo de las Naciones Unidas. En estos tiempos difíciles, es más importante que nunca que se escuchen todas las voces”, declaró tras su elección.
Este acontecimiento no solo inspira, también nos compromete. Porque el cambio empieza en lo local, desde el poder público que apuesta por abrir espacios reales a las mujeres. En Chiapas, bajo el liderazgo del gobernador Eduardo Ramírez Aguilar, vivimos una Nueva ERA donde las mujeres participamos activamente.
Aquí, el discurso no se queda en buenas intenciones. En este Gobierno, se ha dado paso a una política de puertas abiertas donde el talento, la integridad y la preparación valen más que cualquier estereotipo. Desde la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, como muchas otras instancias del gabinete, como la Secretaría General de Gobierno, Secretaría de Infraestructura, Secretaría de la Mujer, Turismo, Oficialia Mayor, Transporte, Medio ambiente, entre otras, las mujeres no solo estamos presentes: estamos al frente, con voz y con plena responsabilidad.
Porque de eso se trata la verdadera transformación: de caminar juntas y juntos, sin simulaciones, sin cuotas impuestas, sin techos de cristal.
No se trata de una lucha de géneros, sino de una igualdad sustantiva, de una alianza entre seres humanos comprometidos con el presente y con el futuro.
En esta Nueva ERA, bajo el liderazgo del gobernador Eduardo Ramírez Aguilar, las mujeres no solo abrimos puertas: estamos construyendo las nuestras, con el respaldo firme y la convicción auténtica de un hombre humanista que cree en la igualdad, y que gobierna Chiapas con visión, sensibilidad y compromiso. Camina con paso firme, acompañado de mujeres leales, capaces y profundamente convencidas del proyecto que encarna la dignidad, la justicia y la transformación: el proyecto de Ek Balam.