Genera 80 toneladas diarias de desechos, pero menos del 60 por ciento se recoge en zonas periféricas
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
La basura se ha convertido en parte del paisaje cotidiano para cientos de familias en Chiapa de Corzo. En al menos siete colonias cercanas al Cañón del Sumidero, los camiones recolectores no han pasado en dos meses, lo que ha provocado montones de desechos que no solo deterioran la imagen urbana, sino que desatan problemas serios de salud pública. En calles donde alguna vez jugaron niños, hoy proliferan moscas, roedores y enfermedades gastrointestinales.
El problema no es nuevo, pero sí cada vez más insostenible. Chiapa de Corzo genera cerca de 80 toneladas diarias de basura, según datos de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (SEMAHN), y el sistema municipal de recolección no ha logrado cubrir ni el 60 por ciento del servicio en zonas periféricas. A esto se suma que más del 35 por ciento de las rutas operan con camiones averiados o sin combustible, como lo revela el último diagnóstico estatal de servicios públicos de 2024.
Los residuos sin recoger no solo afectan la salud, contaminan el entorno natural más emblemático del estado. La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) ha advertido que al menos el 40 por ciento de los residuos que llegan al Cañón del Sumidero provienen de descargas irregulares de basura desde colonias urbanas. El impacto ecológico se vuelve doble, se pone en riesgo la biodiversidad del Río Grijalva y se degrada el atractivo turístico de uno de los destinos más visitados de Chiapas.
Pero quizá el dato más revelador es el siguiente: Chiapa de Corzo tiene un presupuesto municipal de más de 220 millones de pesos anuales, pero solo destina el 1.7 por ciento a servicios de limpieza urbana, según datos del Instituto para el Desarrollo Municipal del Estado. En lugar de reorganizar prioridades, el ayuntamiento ha respondido con promesas de un “proyecto integral” de mejora que no llega.
Las denuncias se multiplican, no solo de habitantes, sino de turistas que señalaron la contradicción entre la belleza natural del Cañón y las bolsas de basura que flotan en sus aguas. La emergencia ya no es solo ambiental o estética, es de salud pública. Y si la autoridad local posterga soluciones, Chiapa de Corzo terminará convirtiendo un problema arrastrado en una crisis de imagen, confianza y gobernabilidad.