Los bloqueos carreteros y la falta de gas natural limitan el desarrollo del polo industrial en la frontera sur
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
Puerto Chiapas podría convertirse en una de las plataformas logísticas más importantes del sur del país, pero su potencial económico choca con una realidad que aún no se resuelve, la ausencia de garantías mínimas para la operación empresarial. Para la Iniciativa Privada, no basta con estar en el mapa del Corredor Interoceánico; mientras persistan los bloqueos carreteros, la incertidumbre jurídica y la precariedad de servicios básicos, la inversión se mantendrá en pausa.
Los empresarios no reclaman privilegios, exigen condiciones básicas, libre tránsito, electricidad estable, acceso a Internet, agua potable y suministro de gas natural. En el estado, según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), ocho de cada 10 municipios presentan deficiencias estructurales en servicios públicos, lo que representa un freno real a cualquier iniciativa industrial. Sin estos elementos, hablar de desarrollo es una promesa vacía.
A ello se suma la constante paralización de rutas por conflictos sociales. Según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, la entidad encabezó en 2023 la lista nacional con más de 480 bloqueos carreteros reportados de manera oficial, un promedio de más de uno por día. Para las industrias, esto significa no solo retrasos logísticos, sino millonarias pérdidas por incumplimientos en entrega y distribución.
La falta de infraestructura energética también mantiene lejos a posibles inversionistas. El Consejo Coordinador Empresarial ha señalado que, sin un plan claro de distribución de gas natural, no se podrán instalar industrias pesadas o de transformación en la región. En Tapachula, más del 70 por ciento del consumo energético depende de fuentes costosas e inestables, lo que encarece las operaciones desde el arranque.
Aunque la cercanía con Centro y Sudamérica representa una oportunidad única para diversificar exportaciones, el desarrollo real del polo en Puerto Chiapas está condicionado por decisiones gubernamentales. Si el estado no garantiza legalidad, infraestructura y conectividad, ese potencial seguirá en papel. En el sur, lo que falta no es interés empresarial, sino voluntad institucional para construir las bases del crecimiento.