Manuel Velázquez
En 1991, culminé mi carrera en Artes en la Universidad Veracruzana, lo que marcó el inicio de una nueva etapa en mi vida. Regresé a mi natal Chiapas, donde asumí el cargo de director de la Escuela de Artes Plásticas. Esta experiencia me permitió conocer a muchos estudiantes que hoy son grandes amigos. La oportunidad de trabajar con ellos fue enriquecedora y me habilitó para crecer tanto personal como profesionalmente.
Durante mi tiempo en la Escuela de Artes Plásticas, establecí un pequeño taller – estudio – galería donde trabajé pintura, serigrafía y diseño, en el cual pude explorar y desarrollar mi pasión por el arte. Junto con un grupo de talentosos amigos, incluyendo a Rafael Araujo, David Tovilla, Héctor Cortés y Elizabeth Hernández, editamos la revista “Sinapsis”. Esta publicación se convirtió en un espacio para compartir ideas, proyectos y obras de arte.
La vida cultural en Chiapas era naciente, pero vibrante y dinámica, con entusiasmo por eventos y actividades, que permitían a los artistas y escritores locales conectarse y compartir sus obras. Fue un momento en que la escena literaria estaba en pleno auge, y tuve la oportunidad de conocer y colaborar con muchos escritores del sureste del país, a través del Programa Cultural de la Frontera Sur, del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), que buscaba encuentros multidisciplinarios y fomentaba la creación de esta región fronteriza. La revista “Sinapsis” se convirtió en un reflejo de esta energía creativa, y su legado sigue siendo relevante en la actualidad.
Quizá fue a través de una de las ediciones de la revista”Sinapsis”, y gracias a Héctor Cortés, que conocí a Ramón Bolívar, poeta de Tabasco y promotor cultural de las Jornadas Pellicerianas durante la década de los 90. Laamistad con Bolívar fue fundamental en mi crecimiento como artista y como persona. La oportunidad de trabajar con él, y de ser parte de muchas de sus publicaciones mediante mis ilustraciones, permitió desarrollar mi pasión por el dibujo y el diseño.
Fue gracias al interés de Bolívar y la recomendación de Julieta Campos, que obtuve por primera vez el estímulo de Jóvenes Creadores del FONCA en 1994. El FONCA fue creado en 1989 mediante un mecanismo financiero,constituido como un fideicomiso, en el que se asociaban Estado, empresa privada y comunidad artística. Con la creación del FONCA se formalizó una petición hecha por escritores del país, quienes propusieron en 1975, en la revista Plural, la construcción de un organismo autónomo para estimular la creación.
La amistad con Bolívar no solo constituyó la posibilidad de obtener el estímulo de Jóvenes Creadores sino la eventualidad de participar en el libro: ¡Y el mundo se hizo así!, una edición de la colección Libros del Rincón, de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de México. Es un libro que narra el mito de creación de la cultura kiliwa, una de las culturas indígenas de Baja California. El libro fue escrito por Bolívar y las ilustraciones son de Iñaki Garrido y mías, donde realicé la ilustración de portada e interiores. Además, Bolívar facilitó la relación con la comunidad artística de Tabasco, pues propició también mi exposición Bestiario en 1994, en la Galería de Arte Tabasco, en Villahermosa.
Ramón Bolívar Martínez Zapata, falleció el pasado jueves 31 de julio en Basilea, Suiza. Nacido en Villahermosa, Bolívar fue autor de numerosos libros de poesía y de diversos textos para niños y jóvenes, publicados por instituciones como la SEP, UNESCO, CONECULTA e IVEC. Su obra traspasó fronteras, con ediciones en España, Cuba, Colombia, Ecuador y otros países, consolidándose como una voz poética singular en el ámbito hispanoamericano. En su labor literaria se congregan las ediciones: Con lágrima de flores de tristeza (1993), Memorial de la noche (1997), Descendemos desde la mirada de los monos (2007), Yo soy mis pasos y Nada es tumulto (2010).
Poeta por principios y por vocación inexorable, Ramón Bolívar sigue siendo un recuerdo valioso de ese período, y su impacto en mi desarrollo artístico y cultural essignificativo. Descanse en paz.