Algunas instancias internacionales buscan la transformación sostenible en los cultivos y reducir el
desgaste de suelos
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
Chiapas tiene proyectado un futuro desafiante en varias de sus regiones, porque las sequías
podrían extenderse por un periodo de dos o tres años adicionales. Esta advertencia ha impulsado
la necesidad urgente de explorar la diversificación de cultivos como medida clave, indicó el
gerente de Hub y representante del Centro Internacional para el Mejoramiento del Maíz y el Trigo
(Cimmyt), Jorge Octavio García Santiago.
En vista de esta perspectiva climática desfavorable, García Santiago enfatizó la importancia de
reorientar el trabajo de investigadores y técnicos agrícolas hacia la diversificación de las parcelas.
Propuso asociar cultivos tradicionales como el maíz y el frijol con flores como el cempasúchil o el
girasol, al destacar su tolerancia a la sequía.
Esta estrategia no solo beneficia al suelo, sino que también presenta oportunidades comerciales al
servir como alimento para animales. El enfoque del Cimmyt se dirige hacia la intervención en las
condiciones más críticas de sequía, promoviendo la diversificación de cultivos en las parcelas para
una adaptación más efectiva.
El investigador identificó las alteraciones en el ciclo del agua como un problema subyacente, que
afecta la recuperación de niveles en los afluentes de agua de la entidad. La diversificación con
árboles frutales u otros cultivos de valor económico se plantea como una solución viable, tanto
para el sustento como para el medio ambiente.
García Santiago destacó el potencial de la piña para reducir la degradación del suelo y la pérdida
de agua. Además, señaló al cacahuate como una opción prometedora en algunas áreas de
Cintalapa y Jiquipilas, a pesar de la falta de lluvias.
Las prácticas sustentables serán una pieza clave para el desarrollo de nuevas estrategias contra la
sequía, de tal manera que se reduzcan las afectaciones en el sector agrícola y se cuente con una
seguridad alimentaria en la entidad.