Dr. Gilberto de los Santos Cruz
Ante la necesidad de eliminar todas las formas de discriminación, intolerancia y violencia, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 16 de mayo como el Día Internacional de la Convivencia en Paz, donde el sector educativo es uno de los principales promotores del diálogo ante la diversidad, alentando la escucha, el respeto y la convivencia en armonía. En este sentido, en diversas dependencias de la Secretaria de Educación Pública de manera permanente a través de la Dirección para la Mejora de la Convivencia Escolar y la Dirección para la Atención de los Derechos Humanos, promueve la sensibilización de temas enfocados al respeto a los derechos de la niñez y juventud, la sana convivencia en las escuelas, así como la perspectiva en equidad y género.
Convivir en paz consiste en aceptar las diferencias y tener la capacidad de escuchar, reconocer, respetar y apreciar a los demás, para vivir de forma pacífica y unida. Es un proceso positivo, dinámico y participativo en que se promueve el diálogo y solución de conflictos en un espíritu de entendimiento y cooperación mutuos.
En el nivel secundaria, también en la asignatura de Formación Cívica y Ética, se incluyen ejes temáticos relacionados con la convivencia pacífica y solución de conflictos con la finalidad de valorar la cultura de paz y sustentar en ella sus acciones y juicios sobre las relaciones entre las personas, grupos y pueblos o naciones.
La paz no solo es la ausencia de conflictos. Convivir en paz consiste en aceptar las diferencias y tener la capacidad de escuchar, reconocer, respetar y apreciar a los demás, para vivir de forma pacífica y unida; por lo que se recomienda a madres, padres de familia y tutores la formación de estos valores en niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
La Recomendación sobre Educación para la Paz, los Derechos Humanos y el Desarrollo Sostenible es un documento de orientación no vinculante que se centra en cómo deben evolucionar la enseñanza y el aprendizaje en el siglo XXI para lograr una paz duradera, reafirmar los derechos humanos y promover el desarrollo sostenible frente a las amenazas y los desafíos contemporáneos.
Reconoce que la educación, en todas sus formas y dimensiones, dentro y fuera de la escuela, configura nuestra manera de ver el mundo y de tratar a los demás, y puede y debe ser una vía para construir una paz sostenible. La Recomendación vincula lógicamente diferentes ámbitos temáticos y cuestiones, desde las tecnologías digitales y el cambio climático hasta las cuestiones de género y las libertades fundamentales. Indica que se necesitan transformaciones positivas en todos estos ámbitos porque la educación es transversal a todos ellos, dado que se ve afectada por todos estos factores y a la vez influye en ellos. Para hacer realidad estas ambiciones, el texto recién aprobado actualiza la Recomendación de 1974 que hace casi 50 años unió a los estados miembros para situar a la educación como motor principal de la paz y la comprensión internacional. Durante los dos últimos años, la UNESCO revisó esta herramienta visionaria.
Se esbozan 14 principios rectores, resultados concretos del aprendizaje y ámbitos de acción prioritarios para replantear de forma holística todos los aspectos de los sistemas educativos, desde las leyes y las políticas hasta la elaboración de los planes de estudios, las prácticas docentes, los entornos de aprendizaje y la evaluación. Por ejemplo, subraya que, más allá de las competencias básicas en lectoescritura y aritmética, los educandos deben adquirir competencias como la empatía, el pensamiento crítico, la comprensión intercultural y la gestión sostenible del medioambiente.
Se aplica a todas las partes interesadas del sector educativo –desde los encargados de la formulación de políticas y los docentes hasta los educadores informales y los portadores de las tradiciones– como punto de partida para transformar sus políticas, prácticas y enfoques con el objetivo de formar educandos empáticos e inclusivos. Por ejemplo, utilizando este documento, los docentes pueden ver cómo adaptar sus planes de clases para incorporar actividades y temas específicos, o los líderes comunitarios pueden abogar por cambios específicos en las políticas y los planes de estudio.
NUEVA COMPRENSIÓN DE LA PAZ
La paz en el siglo XXI no es solo la ausencia de violencia y de conflictos. Es también un proceso positivo, participativo y dinámico que alimenta nuestra capacidad para valorar la dignidad humana y cuidar de nosotros mismos, de los demás y del planeta que compartimos.
EDUCACIÓN PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE
Los sistemas educativos tienen que mejorar eficazmente su capacidad de resiliencia ante las crisis provocadas por el clima y hacer frente a sus repercusiones. Es necesario fomentar el conocimiento sobre las causas profundas del cambio climático, su repercusión y las formas de adaptarse y mitigarlo sin provocar más daños al planeta para que las personas tomen decisiones con conocimiento decausa.
EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA MUNDIAL
El nuevo texto afirma que promover la filosofía, los principios y los componentes de la educación para la ciudadanía mundial es esencial para preparar a educandos que sepan valorar la dignidad humana, la cooperación y el diálogo. Esto puede abarcar la enseñanza y el aprendizaje sobre la repercusión de los acontecimientos y conflictos pasados y actuales, la exploración de los vínculos económicos, sociales y políticos entre los países y las sociedades, y el fomento de la empatía y el respeto por la diversidad de culturas y opiniones.
IGUALDAD DE GÉNERO Y EDUCACIÓN
Las mujeres siguen representando casi dos tercios de todos los adultos que no saben leer, y las niñas a menudo no pueden disfrutar plenamente de su derecho a participar en la educación, completarla y beneficiarse de ella. La promoción de la igualdad de género y el reconocimiento de su importancia para la realización del derecho a la educación para todas las personas es uno de los principios rectores de la Recomendación, que refleja la prioridad global de la UNESCO.
LA EDUCACIÓN EN LA ERA DIGITAL
En una época en la que la información es abundante, diversa y fácilmente accesible, la alfabetización mediática e informacional y las competencias digitales son herramientas que los docentes y los educandos necesitan para comprender el mundo. La Recomendación subraya los desafíos que plantean la desinformación y la incitación al odio, así como las oportunidades que proporcionan las nuevas tecnologías para la enseñanza y el aprendizaje. Asimismo, destaca la importancia del pensamiento crítico, la empatía y la comprensión de los principios clave de la seguridad digital, la privacidad y las interacciones éticas en línea.