El auge del ciclismo en la capital del estado impulsa una agenda urbana hacia la sostenibilidad ambiental y social
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: JACOB GARCÍA
En los últimos seis años, Tuxtla Gutiérrez ha sido testigo de un cambio radical en su paisaje urbano con un incremento del 300 por ciento en el número de ciclistas, según datos del club Bicimovilízate. Este fenómeno no solo refleja una creciente preferencia por la movilidad sostenible, sino también un llamado urgente a redefinir las políticas y la infraestructura urbana.
El secretario de medio ambiente y movilidad urbana, Aurelio Cruz Ovando, advirtió sobre la necesidad de adecuar las velocidades de tráfico para mejorar la seguridad de todos los usuarios de las vías, incluyendo ciclistas, peatones y conductores. Este enfoque no solo busca reducir accidentes, sino también fomentar una convivencia equitativa entre los diversos modos de transporte.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos municipales, las críticas persisten entre los ciclistas y activistas urbanos. Enfatizaron que la actual infraestructura es insuficiente y poco accesible para otros usuarios de movilidad como peatones y personas con discapacidades. Esta situación evidencia la necesidad urgente de diseñar espacios urbanos que sean inclusivos y seguros para todos.
Además de los desafíos estructurales, los ciclistas se enfrentan a diario a la falta de respeto por parte de conductores, en especial del transporte público. Incidentes como el registrado en 2019, donde ciclistas fueron agredidos por un taxista al reclamar el bloqueo de la ciclovía, subrayan la vulnerabilidad y los riesgos asociados a la movilidad urbana.
Para abordar estas problemáticas, las autoridades han implementado sanciones contra aquellos que obstaculicen las ciclovías. Sin embargo, la efectividad de estas medidas depende de una vigilancia constante y de una educación vial integral que promueva el respeto entre todos los usuarios.
El auge de la bicicleta en Tuxtla Gutiérrez representa más que una preferencia de movilidad; es un indicador de cambio hacia ciudades más inclusivas y sostenibles. Para consolidar esta transformación, es esencial mejorar la infraestructura y fortalecer las normativas de tránsito en el estado.