Empeñar bienes y recurrir a préstamos informales se ha convertido en la única salida para muchos chiapanecos
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
El inicio del año en Chiapas no solo marca el regreso a clases, sino también una de las etapas más difíciles para las familias. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIG), seis de cada 10 hogares en la entidad comienzan el 2025 con deudas, muchas de ellas contraídas durante las festividades decembrinas. La “cuesta de enero” se ha convertido en un desafío, donde las familias recurren a préstamos, empeños o ventas de pertenencias para cubrir los gastos básicos.
En medio de la escasez de liquidez, las alternativas que quedan son limitadas. Empeñar lo que se compró durante diciembre o recurrir a créditos informales con altos intereses se vuelve la única salida para muchos. La dependencia de los créditos es alarmante: el 60 por ciento de las familias chiapanecas depende de ellos para afrontar sus necesidades diarias, desde alimentación hasta servicios básicos como electricidad y agua.
La falta de productividad en el estado y la crisis económica del país se suman a la presión. Muchos chiapanecos sienten que, pese a sus esfuerzos, no logran equilibrar sus finanzas. “Nosotros pagamos primero las deudas, lo que queda se distribuye”, señalaron los ciudadanos. Con la llegada de enero, las promesas de ahorro y organización se desvanecen, mientras los gastos superan los ingresos.
El problema se agrava cuando la compra de artículos en descuento se convierte en una tentación peligrosa. Si bien las promociones pueden parecer una oportunidad, muchas familias caen en la trampa del crédito fácil, sin considerar que no tienen la capacidad de cubrir los pagos a largo plazo.
A medida que las deudas crecen, los chiapanecos enfrentan la difícil decisión de recurrir a préstamos informales o empeñar objetos de valor para sobrevivir el mes. El desafío está en equilibrar el consumo y los ingresos, y aprender a manejar las finanzas con una visión a largo plazo. En este escenario, la recomendación de los expertos es clara: “No compres lo que no necesitas”, puesto que la verdadera salida a la cuesta de enero pasa por una gestión responsable y consciente del dinero.