Gobierno estatal fue reconocido por permitir que los trabajadores elijan con libertad a su nuevo representante
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
La presión por una transformación al interior del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado (STSGE) alcanzó un nuevo punto de ebullición. Cerca de 400 trabajadores salieron a las calles para exigir la salida de la actual secretaria general, Claudia Patricia Ulloa, a quien acusaron de perpetuarse en el poder durante más de seis años sin permitir elecciones democráticas. La demanda ya no es solo un cambio de rostro, sino el inicio de una nueva etapa donde las decisiones no se impongan desde la cúpula, sino desde la base.
El desgaste de la dirigencia sindical no es un fenómeno aislado. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en Chiapas solo el 36.2 por ciento de los empleados del sector público confía en sus líderes sindicales, mientras que un 48.7 por ciento considera que no representan sus verdaderos intereses laborales. Este hartazgo se vio reflejado en la reciente Asamblea General que se llevó a cabo frente al Teatro de la Ciudad Emilio Rabasa, donde las consignas no fueron simbólicas, sino declaraciones directas contra una dirigencia que, aseguraron, ha perdido legitimidad.
La protesta no fue espontánea ni aislada. Jazmín Aguilar Figueroa, una de las representantes visibles del movimiento, expresó que la exigencia viene de la base trabajadora y no responde a intereses políticos externos. En sus palabras, “no recibimos línea de nadie”, dejó claro que la indignación crece desde el abandono interno, y no por injerencia ajena. Según datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, el 52 por ciento de los conflictos laborales en la entidad durante el último año se originaron por problemas de representación sindical.
Los inconformes exigieron una auditoría al periodo de Ulloa, al señalar posibles irregularidades que, de confirmarse, podrían explicar el divisionismo actual entre los trabajadores. Cabe recordar que, según el Índice de Transparencia Sindical, solo el 29 por ciento de los sindicatos en el país presentan informes públicos sobre el uso de recursos. Esa opacidad ha abonado a la sospecha entre los trabajadores del STSGE, quienes temen que los recursos del gremio se hayan manejado de manera discrecional durante estos seis años.
Los trabajadores reconocieron la voluntad del Gobierno estatal, de no intervenir en la elección y permitir que se realice con libertad el próximo 15 de agosto. Que Chiapas pueda ser una excepción marcaría un hito en el fortalecimiento de los derechos laborales en el estado.