Dicha deuda es el mayor monto registrado desde diciembre de 2021
PORTAVOZ/AGENCIAS
Petróleos Mexicanos (Pemex) mantenía una deuda por 21 mil 874 millones de dólares a proveedores hasta marzo pasado, lo que representa el máximo histórico de los últimos dos años, de acuerdo con sus informes financieros trimestrales.
En marzo de 2023, la empresa registró un adeudo de 14 mil 906 millones de dólares a contratistas, pero en el mismo mes de este año la deuda fue de siete mil millones de dólares más. Esto significa un aumento de 46.7 por ciento entre un año y otro.
La deuda hasta el primer trimestre de 2024 fue el mayor monto entre lo registrado desde diciembre de 2021, según los datos trimestrales del Reporte de resultados no dictaminados de 2023 y 2024, en el apartado de balance general y pasivos a corto plazo.
Además de los contratos habituales de Pemex, también se han sumado los correspondientes a la estrategia del Gobierno federal como la construcción de la nueva Refinería en Dos Bocas, Tabasco; la rehabilitación de las refinerías ya existentes.
Sin embargo, esto no la ha hecho más productiva, pues su producción de crudo cayó de un promedio de 3.4 millones de barriles diarios en 2004 a 1.9 millones al terminar 2023.
A esto se suma, que la empresa también mantiene una deuda financiera que al cierre de 2023 fue de un millón 794 mil 62 millones de pesos, equivalente a 106 mil 056 millones de dólares o 5.6 por ciento del PIB de 2023, considerando que el tipo de cambio era de 16.9 pesos por dólar.
Y la deuda a corto plazo de Pemex también significa otro reto, toda vez que los bonos con vencimientos menores a un año, pueden resultar en tasas de interés más altas al negociar la deuda con más frecuencia.
Al cierre de 2018 la deuda de corto plazo era de 9.2 por ciento del total, mientras que en 2023 fue de 26.6 por ciento, lo cual significa que el riesgo de refinanciar la deuda de corto plazo abarca un porcentaje tres veces mayor de la deuda total de Pemex.
Esto ha traído una baja en la evaluación internacional, toda vez que la agencia Moody’s rebajó la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex) a B3 desde B1, lo que significa una mala calificación de crédito y a un paso de caer en lo que se denomina “especulación de alto riesgo”.
La empresa estatal ya había perdido el grado de inversión en las evaluaciones de Moody’s en abril de 2020, lo que ubica a Pemex entre las empresas petroleras más endeudadas del mundo, con pasivos financieros que superan los 100 mil millones de dólares.