Las modificaciones de precios terminan por lacerar la economía de las familias chiapanecas
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: ARIEL SILVA
En Tuxtla Gutiérrez, los precios de frutas y verduras han mostrado fluctuaciones notables a lo largo del año, esto afecta tanto a los consumidores como a los vendedores. Mientras que algunos productos han visto un aumento, como el chayote, que llegó a costar hasta 120 pesos el kilogramo, otros han vuelto a sus precios normales tras un alza inicial. La inflación y los cambios en el mercado son los responsables de estas variaciones, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La locataria del mercado Juan Sabines, Lucía Sánchez, explicó cómo estos cambios han impactado su negocio. “El chayote fue lo que subió más; estaba a dos mil pesos la reja, y prefería vender más la calabaza”, señaló. Este aumento drástico en el costo del chayote ha sido uno de los más destacados, al perjudicar no solo los precios en el mercado sino también las decisiones de compra y venta de los comerciantes.
La situación no se limita al chayote. El costo del elote también ha experimentado un alza considerable, con el precio del costal subiendo de 100 a 500 pesos. Esta variación mostró un problema más amplio en la cadena de suministro de alimentos, donde los costos se trasladan al consumidor. La subida en el valor de productos básicos como el elote impacta en el presupuesto familiar, lo que reduce el poder adquisitivo de los chiapanecos.
El pollo, otro alimento esencial en la dieta de muchas personas, también ha visto un aumento en su precio. A 80 pesos por kilogramo, el pollo se ha mantenido estable desde el último incremento en Semana Santa, sin cambios recientes. Este hecho sugiere una cierta estabilidad en su mercado, aunque no alivia la presión económica que enfrentan los consumidores debido al aumento en otros productos.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) ha confirmado que la inflación es una de las principales causas del aumento en los precios de frutas y verduras. El informe del Inegi destacó cómo los costos de producción y distribución han afectado los precios en el mercado local. La inflación no solo altera los precios de los alimentos, sino que también impacta la capacidad de los consumidores para gestionar su presupuesto.