En solo una semana se reportaron dos decesos consumados, lo que confirma una tendencia preocupante
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
La Cruz Roja en Chiapas ha identificado una alarma silenciosa: el suicidio entre jóvenes se ha vuelto cada vez más frecuente. Sin cifras oficiales aún en la mesa, pero con testimonios del personal de emergencias, se confirmó un patrón que inquieta: los jóvenes entre 18 y 25 años son quienes más toman está decisión, en soledad y dentro de sus propios hogares.
Aunque la mayoría de los casos ocurren en silencio y sin dejar pistas claras sobre los motivos, la regularidad con que aparecen reveló una problemática estructural que ha sido ignorada durante demasiado tiempo. En los últimos días, dos jóvenes fueron hallados sin signos vitales, y se calcula que la Cruz Roja atiende al menos dos o tres casos similares al mes. La frecuencia no es nueva, pero sí más visible.
El fenómeno ha crecido sin que se hayan creado mecanismos específicos para enfrentarlo. Hoy, el acceso a servicios de salud mental en Chiapas sigue siendo limitado, caro y centralizado. Y mientras las cifras se acumulan, la prevención queda relegada a una línea de emergencia nacional que no siempre llega a tiempo. La Cruz Roja admitió que no cuenta con un canal directo para atender crisis emocionales, pero reconoce la urgencia de reforzar estas redes.
Este patrón de suicidios pone en evidencia otro tema pendiente: los jóvenes no solo cargan con problemas económicos, educativos y de inseguridad; también lo hacen con angustias que nadie detecta a tiempo. El hogar, que debería ser un lugar de refugio, se convierte en el escenario del colapso. Las instituciones llegan tarde y la prevención aún no forma parte de una política pública clara.
La salud mental, que durante años ha sido tratada como un tema menor, exige respuestas contundentes. No basta con contar con líneas telefónicas: se necesita presencia en comunidades, en escuelas, en redes digitales. La alerta de la Cruz Roja no es solo un dato médico, es un síntoma de abandono que Chiapas ya no puede ignorar.