Son un ejemplo de perseverancia y pasión para salir adelante
YUSETT YAÑEZ/PORTAVOZ
En el competitivo mundo de la moda, los diseñadores enfrentan constantes desafíos, especialmente en tiempos de incertidumbre económica. Tal es el caso de Maikol y Doni, dos talentosos diseñadores de Tuxtla Gutiérrez, quienes, debido a la escasez de contratos de diseño en los últimos tiempos, se han visto obligados a implementar una estrategia de venta inusual que ha llamado la atención de la comunidad.
La idea surgió de Doni Larson, un diseñador con más de 20 años de experiencia en vestir a mujeres de Tuxtla Gutiérrez y sus alrededores. Su especialidad radica en la alta costura, enfocándose en la creación de vestidos de novia, vestidos de 15 años y outfits de fiesta. En sus propias palabras, Doniexplica: “Sí, nos dedicamos ahorita a la alta costura. Lo que brilla, lo que resalta, esto es un sello para que tu trabajo salga más a la luz”. Este enfoque en la alta costura ha sido su sello distintivo, aunque también se adapta a las peticiones de sus clientes para ofrecer otros tipos de vestuarios.
En un esfuerzo por reactivar su negocio, Doni propuso una estrategia innovadora, colocar un vestido en plena luz del día y la noche, asegurándolo en un lugar destacado. Miguel Ángel Fino Conde, también diseñador y socio de Doni, describe cómo esta idea fue llevada a cabo: “La idea fue de Doni Larson de ponerlo ahí y asegurarlo. Hicimos un video en vivo y empezamos a tener muchas reacciones a raíz de esa idea”. A pesar de la limitada publicidad que tienen, han colocado algunas lonas en la zona del sobre libramiento, pero la presentación del vestido ha generado un interés notable.
La reacción del público ha sido positiva, lo que ha impulsado a este par de artistas a seguir adelante a pesar de los desafíos. “Ahorita estamos en este proceso nuevamente de volvernos a levantar y por si ahora sí que están más que nada vigentes en la alta costura”, comparte Doni, reflejando el optimismo y la resiliencia que caracteriza a ambos diseñadores.
Maikol y Doni no solo han vestido a mujeres en su comunidad, sino que su pasión por el diseño ha llevado sus creaciones a otros países. A lo largo de los años, han cultivado una reputación por ofrecer diseños únicos que destacan por su calidad y originalidad. Sin embargo, la actual baja demanda en el mercado ha puesto a prueba su determinación. A pesar de las dificultades, ambos se muestran firmes y motivados para resurgir.
El uso de estrategias creativas como la colocación del vestido a la vista del público no solo busca atraer a nuevos clientes, sino también recordar a la comunidad la importancia de apoyar a los diseñadores locales. Este tipo de iniciativas son un testimonio de la adaptabilidad y el ingenio que los diseñadores de moda deben tener para sobrevivir en un mercado en constante cambio.
La historia de Maikol y Doni es un reflejo de la lucha y la pasión que muchos diseñadores enfrentan en la industria de la moda. A través de su creatividad y esfuerzo, están demostrando que, aunque los tiempos sean difíciles, siempre hay espacio para la innovación y la resiliencia. Con su dedicación y el apoyo de la comunidad, es probable que logren no solo superar esta etapa, sino también prosperar en el futuro y continuar dejando su huella en el mundo de la moda.