Ramón Zurita Sahagún
¿Le preocupa algo al presidente?
¿Qué tan cierto es que el Presidente López Obrador está desesperado ante el poco
crecimiento de la candidata presidencial Claudia Sheinbaum y qué le preocupan las
versiones sobre el posible involucramiento del narco en los comicios y que lo tachen de
narcopresidente?
Se señala que el Ejecutivo anda nervioso, que lo delatan sus pronunciamientos, que siente
pasos en la azotea y que da bandazos y trata de blindarse ante el inminente término de su
mandato.
Para algunos son reacciones que muestran su grado de desesperación, otras más no lo
advierten y confían en que el Presidente continúe con un liderazgo firme y tenga bajo
control la administración pública.
Y es que, en todas las etapas del México moderno, los presidentes en el ocaso de sus
mandatos cedían parte del gobierno a su delfín y se ven desconcertados ante la rigidez
con que López Obrador mantiene el control y el poder en sí mismo, sin compartirlo con la
que, aparentemente, lo habrá de suceder.
Contrario a lo que se dice en algunos rumbos, López Obrador se ve sólido, con el bastón
de mando en su poder, manteniendo las riendas y el control de todo lo posible,
relacionado con autoridad.
Sigue siendo refractario al golpeteo y contundente cuando de atacar a sus adversarios se
trata no deja espacio para nadie más, ni sus colaboradores, ni su candidata y mucho
menos los “enemigos”.
Eso sí, se le nota cansado, pero disfrutando de los placeres del poder y moviendo sus
piezas como ajedrecista. Notó que Claudia estaba coja del área de propaganda y medios y
movió su ficha principal, a la que había mantenido cobijada en una subsecretaría en
Gobernación.
César Yáñez se une al numeroso equipo que cobija a Claudia Sheinbaum y le encargaron el
área en que es experto, la de comunicador y estratega en la materia, pero no la de
recaudación de dinero, en la que según su expareja Elena Chávez reúne mayor
experiencia.
Claudia se asienta como la favorita para triunfar en los comicios del dos de junio, como
dan cuenta todas las encuestas y sondeos, en las que la menor ventaja que le dan es
siempre sobre dos dígitos y que llega a escalar hasta los 40 puntos de diferencia con
Xóchitl Gálvez.
Eso no debe inquietar al Presidente y mucho menos los comentarios que se ciernen sobre
su persona. Soportó vendavales como el de la eventual sociedad de sus hijos con
empresarios afines al poder, la investigación (cerrada, por cierto) del gobierno
estadounidense sobre eventuales aportaciones del narco a su campaña del 2006. Aguanta
la presión que hace la delincuencia sobre diversos puntos del país, no da respuesta al
creciente incremento de asesinatos, ni mucho menos al acoso de los cárteles sobre
algunas poblaciones a las que mantienen secuestradas. Se da tiempo para burlar los
cercos que le impiden su participación en la campaña presidencial y hasta propone
reformas constitucionales que sabe no habrán de pasar.
El Presidente juega con fuego sin quemarse y sabe el manejo de la comunicación y tiene
tal confianza que, por lo pronto, nada le preocupa.
Veremos lo que sucede si gana Claudia con la ventaja que se le pronostica y si eso le da la
fuerza suficiente para poder ejercer el poder durante los siguientes seis años.
Cerca de iniciarse las campañas (1 de marzo la presidencial) comienzan los amagues de las
nominaciones a los otros cargos de elección popular, especialmente los de alcaldes y
diputados locales, que son los de mayor interés para los habitantes de municipios. Llama
la atención que MORENA haya pospuesto los pronunciamientos para mediados de abril y
pone nerviosos a quienes ya se sentían con la candidatura en la bolsa…Hay quienes
señalan que Dolores Padierna no quedó conforme con la candidatura de Caty Monreal a la
alcaldía Cuauhtémoc y que hará de sus acostumbradas diabluras para no dejarla pasar. En
Álvaro Obregón Javier López Casarín va directo a la derrota.