“Resiliencia hídrica en San Fernando, Chiapas”
M.C. Ing. Romeo Palacios Suárez
Coordinador ANPROGERI región sur sureste
El arroyo Chucanguy o arroyo La Chacona, nace como arroyo el Sumidero, aguas arriba de la localidad de San Fernando, el cual se une al arroyo San Agustín, justo en el Fraccionamiento II Jardín Corona, en Tuxtla Gutiérrez, lo que ha provocado que la planicie de inundación asociada a un periodo de retorno de 100 años determinada desde el atlas de peligros y riesgos de Tuxtla Gutiérrez, sea significativa.
El arroyo Chucanguy forma parte de la cuenca del río Sabinal, y como parte de la propuesta del Plan Hídrico Resiliente para dicha cuenca, se hace necesario implementar un sistema de manejo y control integral del agua dentro del municipio de San Fernando, para garantizar el aprovisionamiento de agua en la localidad de San Fernando para las futuras generaciones al retener e infiltrar el agua fluvial.
Aunque la localidad de San Fernando se ubica en la parte alta de la cuenca del arroyo Chucanguy, el crecimiento demográfico, la tala inmoderada y la deforestación ha provocado que los escurrimientos superficiales se incrementen hasta en cuatro veces, dando lugar a que los cauces y las obras hidráulicas existente que cruzan la zona urbana cada vez se vuelvan insuficientes, lo que genera que las inundaciones sean más propensas.
El “cáncer” de inundación del río Sabinal es un mal que ha venido padeciendo la ciudad de Tuxtla Gutiérrez y que desde hace ya unos 40 años, se ha venido haciendo crónico, por el acelerado crecimiento urbano, por la tala y el desmonte, principalmente. Ya desde el 28 de diciembre del 2022, se publicó en el Periódico Oficial el Reglamento de Construcción del municipio de Tuxtla Gutiérrez, donde se establece el concepto de Impacto Pluvial, y las obras de Impacto Pluvial como una obligación para los nuevos desarrollos, lo cual ha venido a detener el crecimiento del “cáncer” de inundación, sin embargo, se requiere de acciones adicionales para ir extirpando dicho “cáncer”.
Son varios los intentos que se han realizado por tratar de devolverle la vida al río Sabinal, un río enfermizo, que se ha venido secando, que ha ido perdiendo la flora y fauna que los abuelos recuerdan que alguna vez tuvo. Un río contaminado que alguna vez fue el lugar donde se asentaron los antiguos zoques en su margen derecha en el siglo VI a.C. y donde se fundó en el año 1560 el pueblo de San Marcos Evangelista Tuchtla.
En el plan hídrico resiliente para la cuenca del río Sabinal, se pretende iniciar con las subcuencas de los principales afluentes del río Sabinal, como es el caso del arroyo Chucanguy, también llamado arroyo La Chacona, a través de un Sistema de Manejo, Control y Saneamiento Integral del Agua, a través de las siguientes acciones:
• 13 estructuras de control de flujo tipo represas filtrantes
• Una estructura de detención tipo cancha de fútbol.
• Una planta de tratamiento de aguas residuales.
• Reforestar y conservar las Áreas Naturales Protegidas.