Querido Santa, ¡Quiero un perrito!
Sheila X. Gutiérrez Zenteno
¿Está usted en el grupo de aquellos que piensan regalar en estas fechas cachorros de perros, gatos u otros animales? Deténgase y piénselo muy bien porque esos perros, gatos o hurones, son seres vivos. No son mascotas, tampoco juguetes. Son seres sintientes, como usted y como yo. Se lo recuerdo porque hay adultos que parecen olvidarlo.
Un animal en casa es un compromiso de por lo menos 10 años. ¿En realidad usted lo quiere? Si usted duda, mejor compre un peluche.
Si en estas fiestas decembrinas, algún menor o adolescente en su familia le pide como regalo un perro o un gato, considere que esta decisión implica un compromiso para usted; si no tendrá ni el tiempo, ni el dinero para enseñarle al pequeño o pequeña a cómo cuidar correctamente al nuevo miembro de la familia, cómprele un peluche, será más barato y menos complicado porque a la larga, ese animal quedará bajo su responsabilidad y cuidado.
Todos los años es lo mismo, una vez pasadas las fiestas de fin de año, todos esos perros y gatos que llegaron a decenas de hogares, en unas semanas serán echados a la calle, vivirán en las azoteas o amarrados las 24 horas a algún poste para que no molesten. Si esta es su idea de tener una mascota, no lo haga. Gaste su dinero en otra cosa. Una que no le exija responsabilidad.
Dado que en la entidad no existe un control real respecto a la tenencia, compra y venta de fauna doméstica, es difícil determinar cuáles son los animales que mayormente se comercializan y abandonan; este año la Coordinación de Zoonosis dio a conocer que solamente en Tuxtla Gutiérrez, existen 120 mil perros abandonados en las calles de la capital del estado; por cada cinco habitantes, un perro vive en la calle. También durante 2024, la cantidad de perros asesinados por envenenamiento en la capital chiapaneca fue mayor a 50 animales. Nadie fue detenido o responsabilizado por estos crímenes. Un psicópata sigue suelto en esta ciudad.
Para decenas de personas, gatos y perros son cosas bonitas que les divierten, no existe conciencia sobre la responsabilidad que demanda la tenencia de un animal en casa. Se les debe proveer de vacunas para evitar contagios e infecciones que pueden ser mortales para ellos, baños, paseos, comida y atención médica si llegan a requerirla. Son seres sintientes con necesidades propias de su especie.
ES IMPORTANTE COMPRENDER QUE UN ANIMAL EN CASA ES UN COMPROMISO
Tengo perros, mi pequeña manada está compuesta por callejeritos rescatados de la calle, nunca me fijé si pertenecían a alguna raza, es lo de menos. A todos les encontré en condiciones lamentables, con alguna pata quebrada (a Rocky se la tuve que amputar), lastimados, golpeados, con enfermedades como la erliquia, con sarna (que es muy dolorosa), cundidos de garrapatas y desnutridos. Quien los ve no cree que su origen fue la calle. Lo que a veces no entendemos es que todo animal en situación de calle puede lucir hermoso y feliz si alguien le da una patita y le brinda un hogar. Con amor todos florecemos, los animales también.
He conocido animales de compañía (antes llamadas mascotas) y en situación de calle, más empáticos y respetuosos que algunos humanos.
El amor no minimiza la responsabilidad contraída. Por ejemplo, un perro es un compromiso de vida de al menos ocho años, aunque puede vivir muchos más, sin embargo, es importante conocer su naturaleza porque no todos los perros son iguales, algunos tienen mucha energía y necesitan de mucho ejercicio, otros prefieren dormir todo el día; si usted es perezoso adoptar un perro que requiere de mucho ejercicio generará que usted cambie su estilo de vida por él o que termine abandonándole (probablemente suceda lo segundo).
LA VENTA CLANDESTINA
Imagine esta escena: una perra anémica, en los huesos, con problemas de desnutrición es amarrada sobre una caja para que un perro la viole hasta quedar embarazada. Una vez preñada, la mantienen encerrada en una jaula sucia y maloliente hasta que sus crías nacen. El humano (o humana) vividor vende a sus crías (su período favorito es diciembre) y una vez la perra llega de nuevo a su ciclo de celo, la vuelve a amarrar para ser nuevamente violada. El ciclo se repite hasta que esta perra es abandonada o muere (por inanición o enfermedades que nunca le trataron) debido a la cantidad de embarazos que tuvo. Es desechada como basura; el cría perros ya ganó dinero con ella.
Navidad, Año Nuevo y el Día de Reyes son la temporada perfecta para que quienes se dedican a la crianza clandestina de perros y gatos incrementen sus ventas.
Poco se habla de esto, pero existe un mercado negro en el que vividores y vivales (eso es lo que son) lucran con perras y perros (u otros animales) para su beneficio; las rescatistas les llaman cría perros, estos buscan incansablemente en los sitios de adopción perros y perras sin esterilizar para explotarlos, esta es una de las razones por la que, quienes se dedican al rescate animal, aplican filtros de adopción: deben asegurar el bienestar de su animalito rescatado.
Hay cantidad de historias de abuso y maltrato animal que la población en general desconoce, pero que le parten a cualquiera el corazón cuando se sabe de ellas. Perras son violadas por humanos, les mutilan, les golpean, los utilizan para transportar sustancias ilícitas. Los animales domésticos sufren las peores aberraciones que un humano puede imaginar y ejecutar.
¿Sabe dónde terminan la cantidad de perras o perros de raza que personas pierden? En manos de estos vivales o de los grupos de criminales que entrenan perros para organizar peleas clandestinas con ellos. Por ello, esterilizar es vital, parece nada, pero es la única protección que puede tener un animal que vive o termina en situación de calle.
EL MALTRATO ANIMAL COMO ANTESALA DE OTRAS VIOLENCIAS
No crea que luego de las fiestas decembrinas solo terminan abandonados los perros mestizos. La gente abandona de todo: chihuahuas, pit bulls, labradores, cockers, poodles. ¿Sabía usted que los huskys son una de las razas más abandonadas por el tipo de cuidados que exigen? Imagine a una persona sedentaria viviendo con un husky cuya energía es muy alta, seguramente lo abandonará. Hacerse de un animal sin conocer sus necesidades es también irresponsable.
En México, según cifras del Senado de la República, Semarnat y Callejeritos MX, cerca del 70 por ciento de los perros y gatos en este país viven en situación de calle. siete de cada 10 perros terminan en la calle o en una azotea y se estima que 60 mil animales mueren cada año debido a maltrato. Una dolorosa realidad de la que no se habla, es que nueve de cada 10 perros que llegan a los albergues públicos son sacrificados. Sí, ese video en redes sociales en el que rescatan a un perrito en el metro probablemente no tendrá un final feliz. Solo en la Ciudad de México, aproximadamente, 180 mil animales son condenados a morir sacrificados porque sus humanos los abandonaron.
Como país, ocupamos un deshonroso tercer lugar a nivel mundial cuando se trata de maltrato animal, a eso súmele que en el 86 por ciento de los casos, los agresores son hombres. María Teresa Ambrosio Morales, coautora del libro “La protección jurídica de los animales” dio a conocer que 71 por ciento de las mujeres que acuden en este país a un albergue luego de vivir violencia a manos de su pareja, señaló que sus animales de compañía habían sido antes asesinados o maltratados por su agresor. El maltrato animal es la antesala a otras violencias.
LOS PERROS EN SITUACIÓN DE CALLE EXISTEN POR HUMANOS IRRESPONSABLES.
¿Cuántos perritos no han terminado muertos por ahorcamiento porque sus irresponsables dueños los mantienen amarrados gran parte del día, bajo el Sol, sin agua y sin alimento? ¿Y qué sucede con esas personas? Nada. Porque en México los animales se siguen considerando objetos a diferencia de Francia, cuyo Gobierno en 2014, dejó de considerar a los animales domésticos cosas o mascotas y les denominó personas no humanas o seres sintientes.
Y ojo, que la falta de responsabilidad y compromiso no tiene nada que ver con la clase social o el nivel económico de la persona. He visto gente que vive en zonas residenciales de esta ciudad no levantar las heces de sus perros y seguir caminando como si nada o llevarlos a un veterinario cuando prácticamente ya están muertos; también he visto a personas que con todas las limitaciones que puedan tener, buscan cómo cuidar a sus animalitos, porque lo tienen claro, son su compañía, son familia.
En este sentido, reconozco el esfuerzo de la actual administración municipal en TGZ de contar con una unidad móvil que ofrece esterilizaciones gratuitas porque hay quienes no pueden costearlas. El asunto es que el problema real sigue ahí, se ignora a las víctimas de los humanos: a los perros y gatos abandonados, en situación de calle. Son ellos los más vulnerables y los invisibles. ¿Por qué no fomentar la adopción y retomar el programa de esterilización callejera que años atrás el fallecido doctor y académico, Dario Marcelino Wiris Andrade, diseñó para esterilizar a los perros y gatos abandonados y que el municipio se negó a financiar? Alguien del equipo que conformó en ese tiempo, podría enseñarles el camino.
Y si luego de leer todo lo anterior está convencido de querer un perro, un gato u otro animal doméstico en su hogar, que su prioridad sea la adopción. Si usted adopta, quien rescató podrá ayudar a otro animal en situación de calle. Solo no olvide que será un miembro más en su familia, no una mascota. Deberá vacunarlo, bañarlo, desparasitarlo, alimentarlo y procurarlo.
Si usted está buscando un perro para cuidar su negocio, haga lo correcto, genere empleo y contrate a un guardia especializado. No explote animales. Si usted merece respeto, ellos también.
Esta es mi última columna de 2024. Me despido con el deseo de que las celebraciones de fin de año, sean de paz para usted y los suyos. Si la vida me lo permite, espero acompañarle durante el 2025. Felices fiestas.