En plena campaña electoral, los partidos prometen estabilizar o reducir impuestos sobre la energía eléctrica y red
PORTAVOZ/AGENCIAS
La fundición de Lößnitz, en el estado de Sajonia, produce materia prima para Audi, BMW y Porsche, pero el director general, Max Jankowsky, está preocupado por el futuro de sus 85 empleados. “Los precios actuales de la electricidad me dan dolor de estómago. Son causa de una gran incertidumbre”, comentó.
La fundición tiene 176 años y ha sobrevivido a crisis económicas y guerras mundiales. Pero Jankowsky está inquieto por el futuro, y este no es un caso aislado. Uwe Reinecke, director general del productor de acero Feralpi Stahl, con 850 empleados, mencionó que algunos días ha tenido que paralizar temporalmente la producción.
La directora general del productor de acero Georgsmarienhütte, Anne-Marie Großmann, explica por su parte que sus más de seis mil empleados solo producen actualmente noches y fines de semana, cuando los precios de la electricidad son más baratos.
Feralpi y Georgsmarienhütte funden con electricidad y necesitan mucha cantidad de esta energía. Según sus propias cifras, el productor de acero Georgsmarienhütte consume por sí solo más electricidad al año que una ciudad de 150 mil habitantes en Alemania.
Los productores de acero y las fundiciones son el corazón de la industria, debido a que producen una materia prima importante para la economía: los metales, que luego se utilizan para fabricar coches, puentes y rieles.
En su “barómetro de la transición energética” de 2024, las Cámaras de Industria y Comercio alemanas (DIHK) encuestaron a más de 300 empresas con un elevado consumo de electricidad sobre la aplicación de la transición energética y la protección del clima. Casi la mitad de las empresas (el 45 por ciento) planeaba o tenía previsto recortar la producción o trasladarse al extranjero debido a los elevados costos.
Achim Dercks, director general adjunto de la DIHK, explicó que los precios de la energía en Alemania son de los más altos del mundo. En EE. UU., el precio de la electricidad industrial es significativamente más barato. Para 2023, rondaba los siete céntimos, en comparación con Alemania, donde se paga unos 20 céntimos por kilovatio hora.
En Alemania las empresas con un consumo de más de 150 gigavatios por hora, pagaban alrededor de un diez por ciento más que la media de la UE, según el estudio de la Asociación bávara de Industria. Sin embargo, los precios han alcanzado su nivel más alto este año a causa de la guerra en Ucrania, por lo que no son una buena base de comparación.
Lößnitz sigue utilizando la fundición tradicional, lo que implica el uso de combustibles fósiles, que está sujeto a un precio adicional. Por eso, Max Jankowsky, quiere cambiar la fuente energética, pero le preocupan los precios de la electricidad.
Leonhard Probst, del Instituto Fraunhofer de Sistemas de Energía Solar, y Swantje Fiedler, directora científica del Foro para una Economía de Mercado Ecológica y Social, esperan que los precios de la electricidad se estabilicen y bajen como consecuencia de la expansión de las energías renovables.
Las elecciones en Alemania son el 23 de febrero y muchos partidos prometen estabilizar o reducir el impuesto sobre la electricidad, al igual que las tarifas de red.