Tras años de cierres y desabastecimiento de salud, las unidades médicas en áreas violentas de Chiapas se reanudan
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
La violencia generada por grupos armados en Chiapas ha dejado una huella profunda en el sistema de salud de varias regiones del estado. Municipios como Chicomuselo, Motozintla y Frontera Comalapa se vieron obligados a cerrar sus hospitales ante la creciente amenaza de los grupos criminales. Esta situación dejó a miles de personas sin acceso a atención médica básica, lo que ha generado un grave problema de salud pública.
A pesar de las dificultades, el Gobierno del Estado logró reabrir varios de estos centros de salud en 2024, con el apoyo de distintas instituciones. El secretario de Salud, Omar Gómez Cruz, explicó que se ha trabajado que los hospitales vuelvan a operar. Sin embargo, reconoció que aún existen desafíos, como la falta de personal y recursos suficientes para cubrir todas las necesidades de las zonas afectadas.
El regreso de los médicos y trabajadores de salud ha sido clave para la reactivación de los servicios. En Chicomuselo, por ejemplo, el centro de salud reabrió después de varios meses de cierre, gracias a la intervención de las autoridades.La directora del centro, Miriam Fabiola González, destacó que la seguridad de los médicos fue un factor crucial para garantizar la continuidad de la atención en la región.
Sin embargo, aún hay regiones en la entidad donde los servicios médicos no se han normalizado. En áreas como Belisario Domínguez y Siltepec, las autoridades trabajan para asegurar que los hospitales puedan operar a plena capacidad. El secretario Gómez Cruz pidió paciencia a la población y resaltó que el proceso de recuperación llevará tiempo, pero que ya se están haciendo esfuerzos significativos.
El Gobierno también ha implementado intervenciones de salud pública, como campañas de prevención de embarazos y atención dental, para mejorar el bienestar de las comunidades afectadas. Aunque los esfuerzos están en marcha, los funcionarios reconocen que se necesita más tiempo y recursos para lograr que todos los hospitales en zonas de riesgo operen a su máxima capacidad.