El secretario ejecutivo de Seguridad Pública intentó censurar el trabajo de los reporteros en un espacio público
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
Cuatro periodistas fueron intimidados el día sábado frente al Palacio Municipal de Suchiapa por un funcionario que intentó impedir su trabajo en un espacio público. La intervención no fue menor: el hombre que se identificó como secretario ejecutivo de Seguridad Pública del municipio,Israel Reyes, trató de censurar la cobertura sobre un operativo reciente que dejó como saldo la detención de 21 policías locales.
Una de las periodistas agredidas, denunció que el funcionario no solo trató de impedir las grabaciones, sino que también descalificó la versión oficial emitida por la Fiscalía General del Estado (FGE). Según su testimonio, Reyes buscó imponer “su versión real” de los hechos, al deslindar a los elementos detenidos de cualquier responsabilidad. Para los reporteros presentes, el acto representó un claro intento de control narrativo y un ataque directo a la libertad de prensa.
La situación escaló cuando otros policías municipales continuaron el hostigamiento tras la retirada del funcionario. Rodearon a los periodistas con vehículos oficiales y comenzaron a tomarles fotografías. Esta vigilancia, en un espacio público, fue vista por los comunicadores como un acto intimidatorio que transgredió sus derechos, no solo como ciudadanos, sino como trabajadores de la información.
Este episodio ocurrió en un contexto tenso para Suchiapa. La detención de más de la mitad de su fuerza policial por presuntos vínculos con la delincuencia organizada ha generado incertidumbre. El alcalde Jorge Lara Cordero ha declarado que no hay complicidades y que colabora con la fiscalía, pero el intento de silenciar a la prensa local sugiere que no todos en su administración están alineados con esa postura.
La intimidación a periodistas en Suchiapa no es un hecho aislado. Se suma a la campaña de difamación en redes sociales contra 17 reporteros del Soconusco, también bajo investigación por denuncias infundadas. Estos patrones de acoso, lejos de ser casos separados, revelan un clima cada vez más hostil para el ejercicio periodístico en Chiapas.