Piden intervención estatal para frenar abusos y garantizar procesos democráticos dentro de los centros de abasto
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
En la capital chiapaneca, un nuevo conflicto comenzó a tomar forma entre comerciantes tradicionales y las decisiones del ayuntamiento. Locatarios de distintos mercados públicos se manifestaron frente al Palacio Municipal para rechazar lo que consideraron un intento por imponer comités administrativos ajenos a sus intereses y a su historia como trabajadores del comercio formal.
La protesta no se limitó a un reclamo administrativo. Para los manifestantes, el fondo del problema es la pérdida de autonomía en sus espacios laborales. Aseguraron que detrás de las nuevas mesas directivas hay intereses políticos, y que funcionarios municipales como el secretario de servicios públicos, Horacio Gómez, orquestó procesos internos a espaldas de quienes sostienen estos mercados desde hace décadas.
“No hay salarios, no hay privilegios, solo el compromiso de sostener un lugar digno para vender”, enfatizó Noemí Navarro, quien representa a diversos mercados y destacó que los nombramientos deben surgir desde dentro, no desde una oficina gubernamental. La forma en que se ha manejado el proceso, aseguró, rompe con la tradición comunitaria que caracteriza a estos centros de abasto.
Las críticas no solo apuntaron a la intromisión, sino también al abandono. Los locatarios del mercado 5 de Mayo señalaron que las condiciones de infraestructura son precarias y que los comerciantes temen que sus patrimonios estén en riesgo si se consolidan comités subordinados al Gobierno local. El llamado al gobernador del estado fue directo, que intervenga antes de que se erosionen aún más sus derechos.
Mientras tanto, las respuestas del ayuntamiento brillan por su ausencia. Convocatorias que aparecen y desaparecen sin previo aviso, oficios ignorados y una estrategia poco transparente han abonado a un clima de tensión. Los locatarios han dejado claro que no permitirán que su voz sea desplazada por intereses externos y exigen un proceso legítimo, respetuoso y verdaderamente representativo.