Conapo advirtió que Chiapas presenta una de las tasas más altas del país, incluso con municipios fuera de la media nacional
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
La maternidad adolescente ha dejado de ser una excepción en Chiapas para convertirse en una estadística alarmante. Según datos recientes del Consejo Nacional de Población (Conapo), durante 2023 se registraron 23 mil 801 nacimientos de mujeres entre 15 y 19 años en los 123 municipios de la entidad. Esto equivale a que cada día, en promedio, 65 adolescentes se convierten en madres, muchas veces sin acceso a servicios integrales de salud ni acompañamiento institucional.
Municipios como Ocosingo, Tuxtla Gutiérrez y Tapachula concentran las cifras más altas, con más de mil 300 nacimientos cada uno. Pero el caso más crítico se registró en Frontera Hidalgo, donde una de cada cuatro adolescentes tuvo un hijo, lo que refleja una realidad extrema en contextos de desigualdad y abandono. A nivel estatal, la Tasa Específica de Fecundidad Adolescente fue de 11.98 por cada mil mujeres en este rango de edad, colocándose entre las más altas del país.
El fenómeno no ocurre en el vacío. De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID), el 47 por ciento de las adolescentes chiapanecas no recibe educación sexual formal. Además, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) señaló que el 63 por ciento de la población adolescente en el estado vive en pobreza, un entorno que limita el acceso a métodos anticonceptivos y a información preventiva. Por si fuera poco, el 30 por ciento de los municipios carece de personal especializado en salud reproductiva, según cifras del Observatorio de Mortalidad Materna.
La Conapo advirtió también sobre subregistros importantes que distorsionan las cifras oficiales, en municipios como El Parral y Emiliano Zapata, donde las tasas fueron bajas. Esta brecha en el registro evidenció no solo una debilidad técnica, sino un síntoma más de la invisibilización institucional del problema. La comarca fue una de las entidades con menor cobertura de nacimientos registrados en tiempo real, solo el 66.9 por ciento fueron capturados en el año de ocurrencia.
La cifra diaria de 65 partos adolescentes debe leerse más allá del dato. Es la prueba de una generación que enfrenta la maternidad en contextos vulnerables, sin alternativas claras ni acompañamiento sostenido. Resolver esta crisis exige mucho más que campañas informativas, requiere una transformación profunda en políticas públicas, servicios de salud accesibles y educación sexual integral.