El uso de tecnología avanzada facilita delitos que afectan a microempresas familiares en la región
IVÁN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
El crimen organizado ha dado un salto tecnológico en Chiapas, empresarios del Soconusco han comenzado a recibir llamadas en las que una voz familiar les suplica ayuda, pero no proviene de ningún ser querido, sino de una imitación fabricada por inteligencia artificial. La advertencia llegó desde la Iniciativa Privada, que ya identificó al menos tres casos recientes en Tapachula, donde comerciantes fueron víctimas de extorsiones basadas en clonación de voz y rostro.
Lo que antes requería vigilancia física o intervención directa, hoy se reduce a unos segundos de grabación. Delincuentes utilizan software accesible en la red para replicar voces con sorprendente precisión, y con eso crean narrativas creíbles de secuestros u emergencias. El problema no es menor, la comarca ha registrado más de mil 200 intentos de extorsión telefónica en lo que va del año, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), una cifra que crece en paralelo con la sofisticación de las herramientas digitales.
La economía local también está en riesgo. En la región Soconusco, el 63 por ciento de los negocios son microempresas familiares, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), y muchas operan con márgenes mínimos de ganancia. Un solo depósito de emergencia equivale, en varios casos, a la pérdida total de la utilidad del mes. Aun así, las víctimas actúan con impulso al escuchar la voz, manipulada digitalmente, de una hija o un hermano en supuesta crisis.
El empresario Miguel Reyes del Pino recomendó el uso de la aplicación “No te enganches”, desarrollada por el Gobierno federal, que permite verificar si un número ha sido reportado por extorsión. Sin embargo, el nivel de actualización de estas herramientas es limitado, y solo el 38 por ciento de las extorsiones denunciadas en México llegan a ser investigadas de manera formal, reveló la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2023.
Además del daño económico, este tipo de estafas afecta la salud emocional de las víctimas, quienes quedan con secuelas de estrés, miedo y paranoia. El problema es más grave de lo que parece, más del 70 por ciento de las extorsiones digitales no son denunciadas por temor o vergüenza, lo que alimenta el ciclo de impunidad. Ante un panorama donde la tecnología ya no solo empodera a los ciudadanos, sino también a los criminales, la prevención y la alfabetización digital se vuelven urgentes.