La falta de espacios deportivos y el alto consumo de refrescos agravan la crisis infantil
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
Chiapas enfrenta una crisis en la salud infantil, donde el sobrepeso y la obesidad afectan al 43 por ciento de sus niños, cifra que supera con creces la media nacional del 36 por ciento. Este fenómeno pone en riesgo la calidad de vida de las nuevas generaciones y anticipa una mayor presión sobre los servicios médicos estatales y nacionales, que ya enfrentan limitaciones para atender enfermedades crónicas.
Los especialistas insisten en que esta epidemia no solo es cuestión de hábitos alimenticios, sino de una combinación de factores socioeconómicos, culturales y falta de infraestructura deportiva adecuada. Por ejemplo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que en la entidad el 42 por ciento de los hogares vive en condiciones de pobreza multidimensional, junto a datos consultados del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval, 2023), lo que limita el acceso a alimentos saludables y actividades recreativas.
Mientras que a nivel nacional solo el 15 por ciento de las escuelas cuenta con programas deportivos estructurados, informó la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Instituto Nacional para el Desarrollo de la Educación Física (INDE), en zonas rurales como la comarca esta cifra desciende a menos del 10 por ciento, dificultando que la activación física forme parte de la rutina diaria de los menores. Este déficit refuerza la necesidad de estrategias integrales que involucren Gobierno, escuelas y familias.
Por si fuera poco, la elevada ingesta de bebidas azucaradas es un factor clave. Estudios del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) revelaron que el consumo promedio de refrescos en la región es más del 300 por ciento superior al promedio nacional, lo que posiciona al estado como líder mundial en esta categoría y contribuyendo al aumento de peso en la infancia.
Ante este panorama, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y autoridades estatales han lanzado campañas para promover hábitos saludables, lo que refuerza la importancia de la alimentación balanceada y el ejercicio, al tiempo que solicitan mayor inversión en espacios públicos deportivos. Sin una acción conjunta y sostenida, la proyección apunta a un incremento preocupante en enfermedades como diabetes e hipertensión entre la población infantil del estado.