El inicio del periodo se ha convertido en una fuente de estrés y ansiedad para estudiantes y padres
YUSETT YÁÑEZ/PORTAVOZ
Cada año, el regreso a clases genera una mezcla de emociones en estudiantes y padres. Sin embargo, en el contexto actual, el estrés y la ansiedad han alcanzado niveles alarmantes. Un reciente sondeo realizado por la plataforma educativa “Educa-Mentes” reveló que el 65 por ciento de los padres expresan preocupación por el bienestar emocional de sus hijos al regresar a la escuela, mientras que un 58 por ciento de los estudiantes confiesa sentir ansiedad ante la idea de volver a las aulas.
Las razones detrás de esta ansiedad son diversas. Para muchos estudiantes, el cambio de rutina.
“No solo se trata de volver a clases, sino de reintegrarse a un nuevo nivel académico”, comentó Esther, madre de dos adolescentes. “Mis hijos están preocupados por cómo será la convivencia, si se adaptarán porque es nueva escuela”.
Para profundizar en este fenómeno, el Dr. Javier Torres, psicólogo especializado en adolescentes, mencionó que; “El regreso a clases puede ser un factor estresante, especialmente en un contexto de muchos días de descanso”, explicó. “Los jóvenes han experimentado una alteración en su rutina y en su manera de socializar, lo que puede llevar a un incremento en la ansiedad y el estrés”.
El Dr. Torres señaló que es fundamental reconocer estas emociones y abordarlas adecuadamente. “Los padres deben estar atentos a las señales de ansiedad en sus hijos, como cambios en el sueño, irritabilidad o problemas de concentración. Es importante crear un ambiente de apoyo y comunicación abierta donde los jóvenes se sientan cómodos expresando sus temores”.
El sondeo también muestra que un 72 por ciento de los estudiantes considera que la presión académica es una de las principales fuentes de ansiedad. “Es esencial que tanto educadores como padres establezcan expectativas realistas y fomenten un enfoque equilibrado hacia el aprendizaje”.
Para ayudar a los estudiantes a manejar su ansiedad, el Dr. Torres sugiere varias estrategias. “Fomentar la práctica de la atención plena, el ejercicio regular y mantener una rutina diaria puede ser de gran ayuda. Además, los padres deben priorizar el tiempo de calidad en familia, creando un espacio seguro para hablar sobre sus preocupaciones”.
El regreso a clases no debería ser solo un momento de estrés, sino también una oportunidad para el crecimiento y la adaptación. A medida que se acercan las fechas de inicio del ciclo escolar, es crucial que tanto padres como educadores trabajen en conjunto para abordar estas preocupaciones y crear un ambiente positivo y de apoyo.
La ansiedad y el estrés son emociones válidas que necesitan ser atendidas. Con el apoyo adecuado y una comunicación abierta, estudiantes y padres pueden enfrentar este momento de transición con valentía y resiliencia. La clave está en construir un entorno donde se priorice tanto el aprendizaje como el bienestar emocional, permitiendo que el regreso a las aulas sea una experiencia enriquecedora y positiva.