El caso evidenció la necesidad de seguros confiables y medidas efectivas de protección para los menores
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
El caso de Axel expuso una grieta en la protección que deberían garantizar las escuelas públicas en Tapachula. Un estudiante de secundaria perdió un riñón tras ser agredido dentro del plantel Federal cinco, en esta Ciudad, y ni la Secretaría de Educación Pública (SEP) ni la aseguradora responsable, Agroasemex, asumieron la cobertura de gastos médicos. La negligencia institucional y el encubrimiento resaltaron la vulnerabilidad de los menores incluso dentro de espacios que deberían ser seguros.
Según datos oficiales de la SEP, en 2024 se registraron mil 142 incidentes de agresiones físicas dentro de escuelas públicas a nivel nacional, de los cuales 32 por cientoresultaron en lesiones que requirieron atención médica. El caso de Axel se inscribe en esta tendencia, una agresión que provocó la pérdida de un órgano vital y que puso en evidencia la insuficiencia de los protocolos de prevención y atención de la violencia escolar.
Los padres de Axel denunciaron que la escuela alteró información y protegió al presunto agresor, mientras que la aseguradora rechazó el pago del seguro basándose en una versión falsa del accidente. Estudios del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) mostraron que 27 por ciento de los menores hospitalizados por lesiones escolares no reciben respaldo institucional adecuado, un porcentaje que refleja la brecha entre la ley y su implementación efectiva.
El impacto de la negligencia va más allá de lo físico. La SEP permitió que directivos fueran reubicados sin investigación formal, un patrón que coincide con reportes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH): solo 43 por ciento de las quejas por accidentes escolares concluyen con sanciones o medidas correctivas. Para Axel, esta ausencia de responsabilidad institucional significó no solo la pérdida de un riñón, sino también la experiencia de un sistema que falla en proteger la integridad de los estudiantes.
El caso plantea preguntas urgentes sobre el aseguramiento y la protección de los menores: ¿qué tan confiable es el seguro escolar si puede ser negado ante un acto de violencia? De acuerdo con la Secretaría de Salud, en 2023 el 18 por cientode los niños hospitalizados por accidentes en escuelas requerían atención prolongada y apoyo psicológico, recursos que dependen de una cobertura efectiva. Mientras Axel se recupera y continuará sus estudios en otra institución, su historia evidenció la necesidad de protocolos claros y sanciones reales.