El reconocimiento al personal del zoológico, ha sido criticado por no abordar responsabilidades
YUSETT YÁÑEZ/PORTAVOZ
En una reciente declaración, la secretaria de Medio Ambiente e Historia Natural (SEMAHN), se pronunció sobre la muerte de un jaguar en el Zoológico Regional Miguel Álvarez del Toro (ZooMAT). Sin embargo, su postura ha sido ampliamente criticada por ser superficial y carente de fundamento, lo que ha generado un debate sobre las responsabilidades de las autoridades en la conservación de la fauna silvestre.
Durante su intervención, la secretaria destacó la labor del personal del zoológico, reconociendo la dedicación de biólogos y veterinarios. No obstante, sus comentarios parecen eludir las responsabilidades más profundas en la gestión y cuidado de la fauna silvestre. En este contexto, se percibe una falta de análisis crítico sobre las circunstancias que rodearon la llegada y el tratamiento del jaguar, lo que ha llevado a cuestionar la efectividad de las políticas de conservación implementadas.
Torres mencionó que el ejemplar presentado padecía de “gastritis” y “colitis”, comparando su condición con la de un ser humano. Sin embargo, esta simplificación no aborda los factores complejos que pueden haber contribuido a su deterioro y eventual fallecimiento, como la falta de información sobre su estado previo a su llegada al zoológico o las condiciones de su entorno. Esto ha llevado a expertos y activistas a señalar que su análisis es insuficiente y que se requiere una evaluación más exhaustiva del manejo de especies en peligro.
Al afirmar que “hay un director, de la Profepa ellos saben cómo llegó”, la secretaria parece desviar la atención de la necesidad de una evaluación más profunda sobre el manejo de especies en peligro y las implicaciones del tráfico ilegal de vida silvestre en México. Este comentario ha sido interpretado como una evasión de la responsabilidad que corresponde a su cargo, ya que la situación del jaguar no puede ser reducida a una simple cuestión de gestión administrativa.
La muerte del jaguar no es solo una pérdida para el ZooMAT; es un llamado urgente a la acción para abordar de manera seria la conservación de la biodiversidad y garantizar que se tomen las medidas necesarias para proteger a estos animales en su hábitat natural. Organizaciones de conservación han instado a la SEMAHN a implementar políticas más efectivas que incluyan la educación sobre el tráfico de especies, la rehabilitación de animales rescatados y la creación de santuarios adecuados.
La situación del jaguar es emblemática de un problema más grande: la crisis de la biodiversidad que enfrenta México, un país que alberga una de las mayores riquezas naturales del mundo. La falta de un enfoque integral y profundo en la gestión de la fauna silvestre no solo pone en riesgo a especies como el jaguar, sino que también afecta la salud de los ecosistemas en los que habitan.
La respuesta de Malena Torres a la muerte del jaguar ha puesto de relieve la necesidad de un cambio en la forma en que se aborda la conservación en México.