La iniciativa busca frenar agresiones intrafamiliares y acoso laboral mediante atención integral y presencia local
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
La violencia contra las mujeres en Chiapas no solo se denuncia poco: se normaliza. Para revertir ese panorama, el Gobierno estatal instalará 52 “Centros Libres para Mujeres”, espacios que brindarán atención jurídica, psicológica y de trabajo social en municipios con altos índices de violencia de género, rezago social y discriminación estructural. La medida, impulsada desde la Secretaría de la Mujer e Igualdad de Género, busca que más mujeres tengan herramientas reales para salir del círculo de la violencia, sin depender de la voluntad de terceros.
La apuesta tiene un enfoque territorial. No se trata de oficinas de escritorio, sino de espacios activos que priorizarán zonas en alerta de género y cabeceras distritales. Más allá del discurso institucional, lo que se busca es facilitar el acceso directo a la justicia, en especial en regiones donde la impunidad ha hecho que las denuncias se perciban como actos inútiles. Para eso, también se entregarán cartillas informativas con los derechos que muchas mujeres aún desconocen.
El verdadero cambio, según reconocen las autoridades, no vendrá solo con infraestructura. La clave está en generar confianza. “Las puertas están abiertas”, aseguró la secretaria Dulce María Rodríguez, al insistir en la importancia de que las mujeres denuncien. Pero para que eso ocurra, se necesita algo más que puertas: se necesita empatía institucional, acompañamiento permanente y resultados tangibles.
Uno de los desafíos más profundos está en el entorno doméstico. La violencia intrafamiliar sigue siendo una de las más comunes y menos denunciadas en Chiapas, porque sucede en el núcleo donde se supone que debe haber protección. Las nuevas unidades de género, pensadas también para atender acoso laboral y hostigamiento sexual, jugarán un rol clave en ampliar el espectro de atención más allá del hogar.
Además del acompañamiento legal y emocional, el programa ofrecerá orientación sobre refugios temporales para mujeres en situación de riesgo y sus hijos. También estará disponible la línea 961 462 93 40, operativa las 24 horas. Lo que está en marcha no es un plan de asistencia, sino una estrategia para desarticular el miedo y fomentar la denuncia desde lo local.