Locatarios y visitantes revivieron costumbres, música y gastronomía en una jornada llena de identidad y orgullo tuxtleco
YUSETT YÁÑEZ/PORTAVOZ
Aromas de tamales, incienso, flores y pan tradicional se mezclaron este 24 de junio en los pasillos del mercado San Juan, donde decenas de locatarios, comerciantes y vecinos se reunieron para celebrar una de las fiestas más arraigadas en la cultura popular chiapaneca: el Día de San Juan, patrono de este emblemático mercado ubicado en el corazón de la capital.
Pero este 2025 no fue una celebración cualquiera. Además de la tradicional misa y música de marimba, el mercado conmemoró su 45 aniversario de creación, consolidándose como uno de los centros de abasto y convivencia social más importantes y representativos de Tuxtla Gutiérrez.
UN CENTRO DE ABASTOS CON HISTORIA
Fundado en 1980, el mercado San Juan nació como respuesta a la creciente demanda comercial de la zona oriente de Tuxtla, en una época en la que la ciudad comenzaba a expandirse hacia nuevas colonias y barrios populares. En sus inicios albergó a poco más de 150 locatarios, muchos de ellos procedentes del antiguo mercado Belisario Domínguez y de tianguis callejeros que se instalaban de forma itinerante.
El nombre San Juan no es casualidad. Fue puesto en honor a San Juan Bautista, santo tradicionalmente venerado en la cultura popular mexicana por su relación con el agua, las cosechas y la protección de los comerciantes. Desde entonces, cada 24 de junio se lleva a cabo una celebración que incluye misa y una convivencia entre locatarios, visitantes y vecinos de la zona.
Con el paso de los años, el mercado se consolidó como punto de referencia para la venta de productos locales, desde frutas, verduras y carnes frescas, hasta artesanías, ropa, hierbas medicinales y antojitos chiapanecos. Hoy, el mercado San Juan alberga a más de 300 locatarios, quienes generación tras generación han mantenido viva esta tradición comercial.
UNA CELEBRACIÓN QUE UNE A LA COMUNIDAD
Desde muy temprano, los pasillos del mercado se adornaron con flores, globos y coloridos altares dedicados a San Juan. A las ocho de la mañana se ofició una misa en la entrada principal del mercado, donde decenas de comerciantes dieron gracias por un año más de vida, trabajo y salud.
La jornada estuvo ambientada con música de marimba, los locatarios ofrecieron comida para los clientes que visitaron el mercado durante la celebración.
“Para nosotros no solo es una fiesta religiosa, sino también una tradición que nos permite convivir como familia, como comerciantes, como tuxtlecos. Aquí nos conocemos todos, desde los que venden carne hasta los que preparan pan o los que traen verdura del campo”, compartió Irene, locataria con más de 30 años en el mercado.
EL CORAZÓN COMERCIAL DE LA ZONA ORIENTE
A lo largo de cuatro décadas y media, el mercado San Juan ha sido testigo del crecimiento de Tuxtla Gutiérrez y de los cambios sociales y económicos que ha vivido la capital. Ha resistido sismos, crisis económicas y la reciente pandemia de COVID-19, que afectó seriamente las ventas, pero fortaleció la unidad entre los locatarios.
Actualmente, el mercado es un referente no solo por su variedad de productos frescos y precios accesibles, sino por su ambiente de barrio, donde las compras se acompañan de charlas, consejos y recetas compartidas de generación en generación.
“Este mercado tiene historia. Aquí vendió mi abuela, luego mi mamá y ahora yo. Lo que uno se lleva no es solo dinero, sino amistades, recuerdos y el orgullo de formar parte de este lugar”, expresó José Luis Gómez, carnicero del mercado.
COMPROMISO CON PRESERVACIÓN CULTURAL
En este 45 aniversario, autoridades municipales y representantes de los locatarios refrendaron su compromiso de seguir preservando las tradiciones culturales y religiosas que han dado identidad al mercado San Juan.