Byron Brauchli Thompson
Esta cita con la que inicio mi comentario, me la compartió Axel Calatayud con relación a sus recientes series de obras en fotograbado y quimigramas relacionadas con el arte Zen. En ellas, Axel materializa la esencia de lo que había venido observando en su obra desde hace tiempo de manera fantasmática, sin que, como espectador,le pudiera poner el dedo en la llaga de lo que se trataba. Según esto, un trabajo Zen tiene implícito en su proceso el trabajo del artista al mover la brocha y al escoger los papeles y los químicos que ocupará, tanto como la índole misma de las cuerdas de la brocha sobre el papel, los efectos que produce según la naturaleza de lo que esté construido, y las particulares circunstancias del proceso con una apertura a la fluidez de las soluciones de la mano al contacto de la brocha sobre el papel. De ello se deduce que habrá siempre una reciprocidad entre artista y objeto de arte, materiales escogidos, y su forma de elaboración.
Veamos un ejemplo. En “Multidimensional Being”, observamos parecidas formas de producción de varios cuadros, que en realidad son múltiples dimensiones de un solo ser, cuya personalidad refractiva no depende tan solo de la mano del artista sino de la colindancia del azar de la aplicación de los distintos químicos, los tiempos de aplicación, de absorción, de la humedad y la temperatura del momento y otros factores contingentes que puedan intervenir en un momento dado, que pasan a ser elementos de producción de la pieza, vestigios de una variabilidad que otorga una identidad multidimensional.
Este mismo pensamiento de la obra lo podemos observar también, de manera un poco distinta, en la elaboración de las piezas de grabado, cuyas matrices (planchas de fotograbado en polímero) son en sí mismas siempre las mismas, invariables podríamos decir, empero sus impresiones variarán siempre de acuerdo con los papeles, tintas, y formas de montar unas encima de otras. Comentaba el gran fotógrafo norteamericano, Alfred Stieglitz, con respecto a las impresiones en heliograbado (semejante técnica a la que Axel ocupa en estas series) que se imprimían en la clásica revista “Camera Work”, que “no eranreproducciones, sino múltiples originales”, lo que apuntaba a que cada copia tenía una esencia particular determinada por las variables del proceso de impresión.
Axel va más allá. Desde los “Layers of Chance” hasta los “UselessNotes”, nos habla Axel del azar entre su producción personal y la coincidencia de la aplicación de procesos y materiales; esfuerzos humanos y artísticos combinados con materiales intrínsecos y las contingencias de la vida y del momento. En una época como este presente que nos ha tocado vivir, donde cada vez más nos vemos alcanzados por una anonimidad de algoritmos, por reproduccionesdigitalizadas a la perfección, esta espontaneidad expresiva de Axel es un gran alivio, un respiro humanista particular e individual que agradecemos y disfrutamos en su belleza y serenidad.