El ayuntamiento justifica la medida, pero los afectados acusan falta de transparencia y riesgo de
cierre de negocios
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
La nueva medida fiscal en Tapilula ha desatado indignación entre los comerciantes locales. Con un
cobro anual de 25 mil pesos para quienes ejerzan cualquier actividad comercial, la administración
municipal encabezada por Rosemberg Díaz Utrilla ha puesto en jaque a pequeños y medianos
negocios que ya enfrentaban un panorama económico incierto. Lejos de percibirse como una
regulación justa, la decisión se interpreta como una carga excesiva que asfixia la economía local.
La notificación oficial llegó a través de una circular que citó el respaldo legal de la ley de desarrollo
constitucional en materia de Gobierno y administración municipal. Sin embargo, los comerciantes
cuestionan la falta de transparencia en la aplicación de estos recursos. Para muchos, la medida no
busca fortalecer el desarrollo económico, sino engrosar las arcas municipales sin ofrecer
beneficios tangibles a quienes generan empleo y mueven la economía.
El padrón de contribuyentes fue actualizado para garantizar que nadie quede exento del pago,
pero no se han detallado los criterios para definir la cantidad impuesta ni las mejoras que se
derivarían de esta recaudación. Mientras tanto, los afectados advirtieron que el cobro podría
derivar en el cierre de negocios o el aumento de la informalidad, lo que agravaría la precariedad
en el sector.
Las quejas han ido en aumento, y la inconformidad se traduce en un descontento contra la
administración de Díaz Utrilla. Comerciantes acusaron al alcalde de imponer una medida
desproporcionada sin considerar la difícil situación económica que atraviesa la región. Muchos ven
este impuesto como una forma de hostigar a quienes buscan ganarse la vida de manera honrada.
A medida que crece la presión social, queda en el aire la pregunta de si el ayuntamiento
reconsiderará su postura o seguirá adelante con una política fiscal que amenaza con estrangular el
comercio local. Lo que es claro es que la relación entre los comerciantes y la administración
municipal se encuentra en su punto más tenso, y la resistencia al pago podría convertirse en el
próximo gran conflicto en Tapilula.