La cifra de devoluciones en Chiapas ha colocado a la entidad como uno de los más afectados en el tema
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
Chiapas ocupa el quinto lugar en el país por repatriaciones desde Estados Unidos, con mil 626 casos reportados en los primeros dos meses de 2025. La cifra reflejó el alto volumen de personas devueltas al estado, lo que resaltó la constante presión migratoria sobre la región. A pesar de no liderar el conteo, el impacto local es significativo, dado el contexto socioeconómico de la entidad.
El 85 por ciento de las repatriaciones en Chiapas fueron de hombres, lo que refleja la tendencia nacional de una migración masculina. Este dato no solo pone de manifiesto las dificultades que enfrentan los hombres al intentar mejorar sus condiciones en el norte, sino que también subraya las dinámicas sociales que los llevan a tomar ese riesgo. Las mujeres, aunque representan una proporción menor, se enfrentan a otras barreras en su intento por cruzar.
En cuanto a la distribución mensual, enero presentó el pico más alto con mil 67 eventos de repatriación. Sin embargo, en febrero se redujo la cifra, sugiriendo fluctuaciones en la migración que dependen de factores políticos y económicos. Estas variaciones invitan a reflexionar sobre las políticas migratorias que rigen en ambos países, y cómo estas pueden cambiar el panorama migratorio.
Además de los adultos, 11 menores fueron repatriados en febrero, lo que demostró la vulnerabilidad de los niños en este proceso. Aunque la cifra es baja en comparación con otros estados, la situación de los menores es alarmante, puesto que a menudo no solo enfrentan la separación de sus familias, sino también un entorno desconocido. Es necesario contar con más medidas de protección y apoyo para los niños repatriados.
Con la llegada de vuelos regulares desde Texas, Chiapas se ha convertido en un eje logístico clave en las repatriaciones. Sin embargo, el reto sigue siendo la reintegración de los repatriados en una región que enfrenta altas tasas de pobreza. Las autoridades locales tienen ante sí la tarea de garantizar que estos migrantes no solo regresen a su tierra, sino que también encuentren oportunidades para reconstruir sus vidas de manera digna.