Formada en escuelas de México, Francia y Argentina, la actriz no actúa para agradar: actúa para contar algo que importa
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
Alexia Alexander ha demostrado que el verdadero talento se sostiene en la autenticidad. Formada entre la exigencia de Casa Azul, la fisicidad de Jacques Lecoq en París y la mirada narrativa del Laboratorio de Guion en Argentina, su carrera como actriz, dramaturga y guionista ha sido un cruce disciplinado entre técnica, intuición y una constante búsqueda de historias que merezcan ser contadas.
Con un unipersonal galardonado en Nueva York y una presencia firme tanto en el teatro como en el cine independiente, Alexia no ha perseguido el reconocimiento fácil: ha apostado por personajes incómodos, humanos, intensamente reales. Su trayectoria es una prueba de que se puede crecer en escena sin perder el pulso creativo, sin ceder a la fórmula.
En Yo No Soy Mendoza, la nueva comedia de Netflix producida por Sony, Alexander da vida a Tati Alarcón, un personaje que le permite desplegar con libertad su humor, su sensibilidad y su instinto narrativo. Acompañada por Vadhir Derbez, no solo brilla como actriz, sino que reafirma su versatilidad para moverse entre géneros sin perder identidad.
La conversación con Alexia no es solo sobre esta nueva etapa en pantalla: es también una mirada lúcida sobre los caminos del arte, la necesidad de escribir lo que no se encuentra, y la honestidad de hacer de cada proyecto una expresión personal. Una actriz que sabe escuchar al personaje, pero también al mundo que lo rodea.
¿Cómo te sientes con este proyecto “Yo No Soy Mendoza” que ahora se acaba de estrenar? “La verdad muy contenta, o sea, me emocionó mucho que por fin salió a menos de un año de haberla terminado, entonces es como un ciclo perfecto. Moría por verla, ver cómo quedó, cómo se editó, porque uno termina el trabajo, suelta y en ocasiones, no sabemos hasta cuándo saldrá, qué escenas dejaron, etcétera. Así que, para mí fue una total sorpresa descubrir todo eso”, respondió.
Vaya, yo tenía la idea de que ya tenían noción de qué escenas quedarían y les mostraban un previo, pero ahora que lo mencionas, esto debe ser una sorpresa para ustedes ver ese material el día que se estrena. “Sí, fue una situación de no saber nada y de pronto se estrenó este 16 de abril y yo quedé sorprendida. Entonces, la verdad también me tiene contenta. Esperemos que este proyecto traiga cosas buenas, que abra más puertas y que tal vez nos den luz verde para una segunda, por lo tanto, existe una gran gama de posibilidades que me tienen muy ansiosa”, mencionó.
Suele pasar mucho en las diversas ramas del arte que una vez culminado, una obra, un texto, una película, una fotografía o cualquier otro proyecto, te llega esa sensación de que podías mejorar lo que hiciste tiempo atrás. ¿Te ha pasado ese fenómeno? “Claro que sí, 100 por ciento. De hecho, a mí me cuesta mucho trabajo ver mis cosas. Estoy emocionada de ver el trabajo que se realizó al final y también digo ‘ay que miedo’, pero quiero quedarme con la sensación que experimenté al momento de hacer ciertas escenas de las cuales me sentí muy orgullosa o tal vez puede ser al revés, como pensar en las cosas que pude hacer mejor o tal vez ver otras escenas donde sentí que no fue lo mejor, pero el resultado fue todo lo contrario. Sin embargo, mi fuerte es el teatro, porque ahí controlo un poquito más la situación, a diferencia de trabajar en un proyecto como este donde tienes que soltar un poco el control”, afirmó.
Tu carrera actoral se ha desempeñado más en el teatro. ¿Sentiste algún cambio brusco en cuanto a trabajar para una serie a hacerlo en un auditorio? “Pues no, porque ya lo había hecho y todo se debe a que el teatro siempre me ha dado como grandes herramientas para confiar en mí como actriz. Así que, en esta serie me sentí muy segura, eso sí, siempre abierta a descubrir, explorar, indagar, siempre viendo cómo hacer mi trabajo de la manera más honesta y profunda posible, sin perder la comedia, pero sí creo que me ha dado armas para resolver y te hablo de cuestiones de improvisación, de estar presente y reaccionar de manera orgánica a lo que sucede sin depender de la memorización porque tu otra parte te puede dar otra cosa.
Así como te mencioné con anterioridad todo eso me lo dio el teatro y creo que también se mezclan, se junta y se nutren entre sí. Ayuda muchísimo para la construcción de personaje que tú puedas hacer”, detalló.
¿Cuéntame de qué trata esta serie y del personaje que te tocó interpretar? “Es una comedia de enredos, es la última historia de Fernando Gaitán, quien escribió ‘Betty, La Fea’. Se trata de un hombre que lo secuestran para hacerse pasar por un estafador millonario. Es un proyecto muy divertido.
Mi personaje tiene todo un mundo a explorar que es el de las oficinas y es la aliada del protagonista que lo ayuda a encubrirlo, por lo tanto, es muy interesante el ver cómo engañan a unos y otros”, puntualizó.
¿Cómo fue la aventura para quedarte con este personaje? “Pues hubo un casting, en el cual tuve la fortuna de que uno de los productores ya me había visto en una obra de teatro y me pidió que iniciara el casting”. Una vez en call back interpreté mi papel de forma presencial. Recuerdo que fue una sola escena que me solicitaron y ya dependía de mí el obtener el papel”, recordó.
No imagino ese trabajo tan rápido para realizar la construcción del personaje y sobre todo manejar los nervios. “Claro, es un trabajo complejo, pero ya estás ahí. A mí en lo personal me gusta mucho hacer el casting presencial porque te dan la dirección, entiendes un poquito más qué es lo que quieren. En mi caso, el director estaba por Zoom y ya había tenido una plática previa con él, eso me ayudó a ver más o menos a saber como qué era lo que buscaba y al final todo se dio de forma positiva”, agregó.
Eres actriz, guionista y dramaturga. ¿Con cuál de esas tres facetas te sientes mucho más libre e identificada que te permite ser de manera plena Alexia Alexander? “Me siento más yo con la faceta de escritora, porque es un proceso muy liberador, muy divertido. Digamos que es el rubro donde más me permito ser yo. Donde más puedo plasmar en papel mis peores cosas o experiencias que he tenido o de repente me pasa que ya se van a hacer realidad. Es algo complejo, debido a que también te encuentras a la expectativa del qué van a pensar de mí, pero al final es parte de la aventura, del permitirme externar todo eso que traes dentro y sin pudor. Entonces, como escritora es donde más me puedo permitir eso”, contestó.
Creo que el arte en todas sus vertientes es un instrumento de sanación y de catarsis, donde puedes entrar en contacto con tus propios sentimientos y pensamientos, mismos que puedes expresar en música, poesía, teatro, etc. “Claro que sí, músicos e incluso nosotros los actores experimentamos esas situaciones. Cualquier tipo de arte te permite sacar lo más oscuro que existe dentro de ti y es un proceso complicado que no cualquiera está dispuesto a hacer.
Puede ocurrir que nos quedemos desde un lugar muy superficial, por ejemplo, a mí como actriz se me requiere en 100 por ciento, pero hay ocasiones en las que la escena se puede resolver sin recurrir a los más recóndito de mi ser, pero es difícil, o sea, es engorroso ir hacia adentro y reconocerte como un montón de cosas que igual no están tan padres ver, que escondes o que son tenebrosas. Sin embargo, en el momento que lo fusionas con el arte y te das permiso de sacarlas, es donde te das cuenta que todos tenemos esas cosas y es lo que nos hace humanos”, enfatizó.
¿Qué fue lo más divertido de interpretar este personaje para ti? “Lo más divertido fue durante el primer mes fuera de México, fue algo como dar inicio a dicha aventura. El hecho de conocer al nuevo elenco y jugar con mi personaje Tati fue muy genial, ella es divertida. Con ella dejé a un lado el hecho de saber si lo estaba haciendo bien o no, o sea, esta serie para mí fue divertirme”, precisó.
¿Qué tan importante es la disciplina en la carrera actoral? “Yo te diría que es muy importante. A mí de pronto me gustaría ser más relajada, pero creo que, si he tenido varios logros en mi vida por la disciplina que he tenido y me jacto mucho de eso, pues gracias a ello, me he abierto muchas puertas.
Hubo un momento de mi vida en las que contaba mis horas de trabajo y dedicaba 20 minutos a aprender un monólogo, una hora para hacer un casting y así hasta juntar mínimo ocho horas diarias, pero sí creo que la disciplina es la mejor manera de triunfar, si es que quieres hacer una vida de una carrera artística. En pocas palabras, para mí no existe un plan b, es difícil, claro, necesitas trabajar y otro tipo de ingresos. No obstante, para mí todos los días tienes que dedicarle algo a tu arte y nutrir tu yo artista”, indicó.
¿Cómo ha cambiado tu relación con la actuación en los últimos años? “Siempre ha mutado, creo que mi relación con la actuación es ahora más como el hecho de caminar el texto, porque antes lo hacía todo desde un lugar racional. Entonces, mi mente pensaba en cómo debería de verse tal escena. No obstante, lo que más me ha funcionado en los últimos años es quitarme todas las marañas mentales y caminarlo desde un lugar corporal, como más intuitivo y llevarlo al cuerpo”, añadió.
¿De qué manera has mantenido viva tu capacidad de asombro y no normalizar el hecho, de que es una serie más, un guion más, una obra de teatro más a tu carrera y seguir sorprendiéndote de lo que has logrado con tu carrera artística? “Creo que haciendo mis propios proyectos, porque así muchas veces te llegan cosas que tal vez no te sorprenden tanto y el ser muy observador de la vida, es la mejor manera de mantener viva esa llamita, eso te motiva a preguntarte el por qué querer contar dicha historia y explorándote en la forma que dentro de ti se puede relacionar con un guion”, finalizó.