Esta iniciativa busca no solo proporcionar habilidades básicas, sino también transformar
la percepción sobre la educación en la tercera edad
YUSETT YÁÑEZ/PORTAVOZ
En un contexto donde la alfabetización sigue siendo un reto en muchas comunidades de
México, un grupo de jóvenes universitarios en Chiapas ha decidido tomar cartas en el
asunto. Con la meta de enseñar a leer y escribir a adultos mayores, esta iniciativa busca no
solo proporcionar habilidades básicas, sino también transformar la percepción sobre la
educación en la tercera edad.
René León Rodríguez, docente a cargo del grupo universitario, explicó el alcance del
proyecto. “Ahorita tenemos 16 jóvenes que estamos movilizando para las personas que
buscan esa alfabetización. Estamos recorriendo ocho calles y hemos encontrado a siete
personas interesadas en participar en el programa, todas ellas en la colonia Shanká”,
comentó. Este esfuerzo se lleva a cabo en las colonias de la periferia de Tuxtla Gutiérrez,
donde la necesidad de educación es más apremiante.
A pesar del entusiasmo y la dedicación de estos jóvenes, la resistencia que enfrentan es
notable. “Hay mucha resistencia. Hay personas que, evidentemente, no saben leer ni
escribir, pero como ya han forjado su vida de esa manera, no lo ven necesario. Dicen: ‘yo
ya trabajo, ya gano, y tengo una calculadora para hacer todo, ¿para qué voy a leer?’”,
mencionó León Rodríguez. Esta visión, común entre algunos adultos mayores, representa
un obstáculo considerable para la campaña.
La alfabetización, aunque vista por algunos como un lujo innecesario, es fundamental para
el desarrollo personal y social. La falta de habilidades de lectura y escritura limita el acceso
a información vital, dificulta la comunicación y restringe las oportunidades laborales. A
través de esta iniciativa, los jóvenes universitarios no solo buscan enseñar, sino también
concienciar sobre la importancia de la alfabetización en la vida cotidiana.
El proceso de inscripción y enseñanza está diseñado para ser accesible y adaptado a las
necesidades de los participantes. Los jóvenes universitarios, además de ser facilitadores
del aprendizaje, actúan como agentes de cambio. Su cercanía y empatía con los adultos
mayores generan un ambiente propicio para el aprendizaje. “La participación de los
jóvenes universitarios es crucial para lograr estos objetivos. Ellos son un puente entre el
conocimiento y la comunidad”, afirmó León Rodríguez.
La campaña se enfrenta a otros desafíos, como la falta de recursos y materiales didácticos.
Sin embargo, el compromiso y la pasión de los universitarios son evidentes. A través de
actividades lúdicas, talleres y sesiones de capacitación, buscan hacer del aprendizaje una
experiencia enriquecedora y, sobre todo, significativa para los adultos mayores.
El impacto de esta campaña va más allá de enseñar a leer y escribir. Se trata de generar un
cambio en la mentalidad de la comunidad sobre la educación y su importancia en todas las
etapas de la vida. Al fomentar la alfabetización, se promueve la autoeficacia y la confianza
en sí mismos de los adultos mayores, lo que les permite participar más activamente en su
comunidad.
La respuesta de las personas mayores ha sido variada. Mientras algunos muestran interés
y entusiasmo por aprender, otros permanecen escépticos y prefieren no involucrarse. “Es
un reto constante. La clave está en crear vínculos de confianza y mostrarles que la
alfabetización puede abrir puertas que ni siquiera se imaginan”, comentó León Rodríguez.