La búsqueda de la paz no se concibe como una guerra sin fin, sino como un proceso de construcción social, institucional y tecnológica
ARGENIS ESQUIPULAS/PORTAVOZ
En un acto histórico que marca un punto de inflexión en la política de seguridad pública en Chiapas, el gobernador del estado, Eduardo Ramírez Aguilar, encabezó la presentación oficial de la Guardia Estatal y de la Universidad de Seguridad Pública del Sureste (USEPS). Acompañado por el secretario de Seguridad del Pueblo, Óscar Alberto Aparicio Avendaño, y autoridades federales de alto nivel como representantes del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, el mandatario chiapaneco delineó lo que denominó una “Nueva ERA” de seguridad, profesionalización y respeto a los derechos humanos.
Este ambicioso proyecto es parte de una profunda transformación institucional, educativa y operativa, que busca no solo modernizar las capacidades tácticas del estado, sino también establecer una nueva relación de confianza y proximidad con la ciudadanía.
Uno de los aspectos centrales de este proceso es el cambio de denominación de la Policía Estatal a Guardia Estatal, una decisión que no es meramente semántica. Esta modificación fue respaldada por el Honorable Congreso del Estado de Chiapas y tiene como objetivo fortalecer la identidad institucional del cuerpo de seguridad, dignificar la labor de los elementos y promover una nueva cultura policial orientada al respeto, la transparencia y la cercanía social.
“Este cambio no es solo un nombre. Representa una nueva filosofía. Queremos una policía que sea reconocida y respetada por su compromiso, su capacitación y su vínculo con la gente”, expresó el gobernador Ramírez Aguilar.
En un movimiento sin precedentes en el país, el Gobierno estatal, en coordinación con las Fuerzas Armadas, presentó la primera “flotilla de drones artillados” de México. Estos dispositivos no tripulados están diseñados para tareas de vigilancia comunitaria y carretera en la zona fronteriza del sureste, particularmente en los límites con Guatemala, donde la presencia del crimen organizado ha representado un desafío constante.
La operación de estos drones estará complementada por la Unidad Móvil Kanan, un vehículo blindado de última generación que cuenta con autonomía solar, tecnología de vigilancia y comunicación satelital, sala de crisis, cocina, dormitorio y capacidad para 24 efectivos. Además, fue revelado un innovador “perro robótico”, diseñado para misiones tácticas de alto riesgo.
“Estamos llevando la tecnología al campo de la seguridad pública. Con estas herramientas, reforzamos la vigilancia en zonas rurales, serranas y fronterizas, donde antes la presencia institucional era limitada”, explicó Óscar Alberto Aparicio Avendaño, titular de la Secretaría de Seguridad del Pueblo.
Otro pilar de esta transformación es la creación de la Universidad de Seguridad Pública del Sureste (USEPS), una institución educativa que será clave en la profesionalización de los cuerpos de seguridad. Esta universidad ofrecerá programas de formación policial, estudios superiores en criminología, derechos humanos, ciberseguridad, inteligencia táctica, entre otros.
La USEPS representa un esfuerzo sin precedentes en el sureste mexicano por elevar los estándares académicos, éticos y operativos de las fuerzas del orden.
“Queremos policías con carrera, con conocimiento, con sensibilidad. Esta universidad será una fábrica de líderes para la paz”, aseguró el gobernador durante su discurso ante mandos militares, académicos, representantes del Congreso estatal y familiares de elementos policiales.
Como muestra del compromiso con quienes arriesgan la vida diariamente en favor de la seguridad, el Gobierno de Chiapas anunció un incremento del 40 por ciento en el salario de los policías estatales, lo cual beneficiará directamente a cerca de 10 mil elementos activos. Este aumento salarial busca no solo mejorar la calidad de vida de los uniformados y sus familias, sino también fortalecer la ética del servicio y reducir los riesgos de corrupción.
“Nuestros policías merecen condiciones dignas, tanto en su labor como en su hogar. La paz se construye también desde el bienestar de quienes la protegen”, enfatizó Ramírez Aguilar.
Durante el evento, el mandatario chiapaneco hizo hincapié en la necesidad de mantener una estrategia conjunta entre los gobiernos estatal y federal. Enfatizó que su administración trabaja de la mano con la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, para garantizar que Chiapas sea un ejemplo nacional en materia de seguridad y prevención del delito.
“Caminamos de la mano de nuestra presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo; sepan que están acompañados por su gobernador. Sabemos el camino y el camino que estamos construyendo es la paz”, declaró con firmeza, en un acto donde se notó la presencia de altos mandos del Ejército, la Marina, la Guardia Nacional y autoridades estatales.
La presentación también incluyó el anuncio de una inversión significativa en equipo táctico y tecnológico. El estado adquirirá sistemas avanzados de videovigilancia, nuevos vehículos blindados, armamento de última generación y sistemas de comunicación encriptada. Todo esto con el objetivo de enfrentar de manera frontal a los grupos delictivos que buscan controlar la frontera sur del país.
Estos recursos estarán destinados principalmente a zonas de alta incidencia delictiva y regiones estratégicas como la Sierra Madre, la Selva Lacandona y los corredores fronterizos de Comitán, Tapachula y Palenque.
Expertos en seguridad consultados durante el evento señalaron que el modelo presentado por Chiapas podría convertirse en una referencia nacional. La combinación de formación académica, tecnología de punta, dignificación del personal y coordinación interinstitucional representa una fórmula integral que podría replicarse en otras entidades del país.
“Lo que está haciendo Chiapas es un salto cualitativo. No se trata de más policías, sino de mejores policías. Y eso cambia todo”, comentó un analista de seguridad presente en el evento.
La creación de la Guardia Estatal y la Universidad de Seguridad Pública del Sureste no es solo un acto simbólico. Es, en palabras del propio gobernador, el comienzo de una nueva era para Chiapas, donde la seguridad no se concibe como una guerra sin fin, sino como un proceso de construcción social, institucional y tecnológica.
En un estado históricamente marcado por retos complejos en materia de seguridad y desarrollo, estas medidas representan un horizonte esperanzador. La apuesta es clara: transformar la fuerza, con inteligencia y humanidad.
“Siempre defenderemos a nuestro querido estado, porque nuestro compromiso es firme y estoy empeñado en que Chiapas tenga paz, seguridad y bienestar”, concluyó Ramírez Aguilar entre aplausos.