Enfrentan una caída de hasta 80 por ciento en ventas, mientras negocios locales reinventan sus giros para sobrevivir
IVAN LÓPEZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
En medio de un panorama comercial asfixiante, Tapachula ha encontrado una vía de escape más allá de las gestiones oficiales, una delegación de empresarios coreanos arribará el 22 de julio para explorar oportunidades de inversión, tras una gestión directa realizada por la iniciativa privada local. En esta ciudad fronteriza donde ocho de cada 10 negocios reportan pérdidas, la llegada de nuevos inversionistas representa más que una visita protocolaria, es la apuesta de una comunidad empresarial que se cansó de esperar por el Gobierno.
Las cifras respaldan la urgencia. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Chiapas fue el segundo estado con mayor caída en actividad comercial durante 2024, y Tapachula, su segunda ciudad más importante, acumuló una contracción de más del 20 por ciento en su economía urbana. La falta de apoyos crediticios y políticas de incentivo han llevado a comerciantes a reinventar sus modelos, hoy, en pleno centro, conviven tiendas de ropa con ventas de agua embotellada y frutas, en locales antes destinados al turismo y a la tecnología.
El presidente de Procentro, César García Jiménez, confirmó que la visita empresarial incluirá propuestas comerciales con productos coreanos como electrónicos, ópticas, laptops y celulares. Este movimiento busca no solo inyectar liquidez, sino también atraer consumidores de mercados vecinos. En ese sentido, García Jiménez hizo un llamado a Gobierno federal y estatal para relanzar la imagen de Tapachula como un punto estratégico para el comercio fronterizo.
Según el Consejo Mexicano de Comercio Exterior (COMCE), la región Soconusco concentra el 65 por ciento del intercambio informal con Centroamérica. No obstante, esta zona carece de infraestructura suficiente para capitalizar ese flujo. En Tapachula, más del 40 por ciento de los locales comerciales han cerrado al menos una vez desde la pandemia, y las rentas se han disparado un 35 por ciento en los últimos tres años.
Hoy, la posibilidad de alianzas con capital coreano no solo despierta expectativas económicas, sino que también evidencia una narrativa distinta, la de una ciudad que, abandonada por los programas gubernamentales, busca su propio rescate. Tapachula ha empezado a tejer nuevas rutas comerciales por iniciativa propia, en medio de calles renovadas, negocios resilientes y un empresariado que entendió que la espera pasiva también es una forma de decadencia.