Autoridades y sector hotelero redoblarán esfuerzos para mejorar ocupación y difundir los destinos regionales
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
Con las vacaciones de verano en marcha, Chiapas se alista para recibir a más de un millón 674 mil visitantes, cifra que representa no solo una esperanza para el sector turístico, sino un termómetro de la recuperación económica y la percepción de seguridad en la entidad. Autoridades estatales proyectan una derrama superior a los cuatro mil 800 millones de pesos, un siete por ciento más que el año anterior, lo que podría marcar un punto de inflexión tras años de estancamiento pospandémico.
El repunte, aseguraron, respondió en parte al fortalecimiento del turismo local. Ciudades como Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de Las Casas y Comitán han comenzado a recuperar el dinamismo que las caracterizaba antes de 2020. Según la Secretaría de Turismo federal, el 54 por ciento de la ocupación hotelera en Chiapas durante 2024 se concentró en esos destinos, y para este verano se espera superar el 60 por ciento, una cifra aún por debajo del promedio nacional, pero en constante ascenso.
Uno de los factores clave ha sido la mejora en seguridad. Aunque el estado arrastra secuelas del sexenio anterior en materia de bloqueos carreteros y percepción de riesgo, la actual administración ha logrado reducir los incidentes reportados en un 18 por ciento durante el primer semestre del año, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
El turismo sigue siendo una palanca económica para La región, representa el 8.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) estatal y emplea a más de 127 mil personas, según cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística(Inegi). Por ello, tanto autoridades como el sector privado insisten en reforzar la promoción nacional e internacional. El presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles del Centro,Manuel Niño Gutiérrez, advirtió que el reto está en “revertir no solo la inseguridad real, sino la percepción que se arrastra desde hace años”.
La expectativa para el cierre del verano es clara, consolidar a la entidad como un destino confiable, accesible y atractivo. A través de nuevas plataformas digitales, campañas de difusión y mayor conectividad aérea, el estado busca llenar vuelos y habitaciones, pero, sobre todo, recuperar la confianza de quienes alguna vez dejaron de venir. Porque más que turistas, la comarca necesita volver a ser destino.