No solo promueve el aprendizaje, también genera una derrama beneficia a numerosas familias locales
YUSETT YÁÑEZ/PORTAVOZ
En la Reserva del Triunfo, el aviturismo está transformando la forma en que las comunidades locales interactúan con su entorno natural. Miguel Méndez López, un apasionado experto en esta actividad, señala que el aviturismo no es solo un pasatiempo, sino una experiencia educativa que fomenta la identificación y el respeto por las diversas especies de aves que habitan en la región. “El aviturismo comunitario se basa prácticamente en aprender a identificar las especies que nos rodean”, explicó Méndez. A medida que los turistas llegan, se convierten en estudiantes de la biodiversidad local, aprendiendo sobre aves que, aunque comunes en la zona, tienen historias y características únicas que merecen ser descubiertas.
Sin embargo, la observación de aves va más allá del simple entretenimiento. La economía generada por el aviturismo se distribuye equitativamente entre los miembros de la comunidad, lo que representa un modelo de desarrollo sostenible. “Nosotros no nos consideramos como una agencia de turismo, si no que somos un proyecto comunitario donde los beneficios se distribuyen entre los actores que participan en la cadena de valor”, afirmó Méndez. Este enfoque asegura que cada peso gastado por un turista tenga un impacto directo en la comunidad, fortaleciendo su tejido económico.
La llegada de un turista genera un efecto multiplicador en la economía local. Según Méndez, “Cuando viene un turista, pasa a beneficiar como a 20 familias. Desde el que da su servicio para el transporte, el que nos contrata las mulas, el que sube a cocinar en el triunfo, el guía local, hasta el que nos renta el espacio para llegar a comer en la mesita”. Cada uno de estos servicios es una pieza clave en la economía comunitaria, lo que resalta la importancia del aviturismo no solo como una actividad recreativa, sino como un motor de desarrollo.
La Reserva del Triunfo, con su rica biodiversidad, se convierte en un escenario ideal para esta actividad. La diversidad de especies avícolas, muchas de las cuales son poco comunes, atrae a ornitólogos y turistas de todo el mundo, creando una sinergia entre la conservación del medio ambiente y el bienestar de las comunidades. A medida que más personas descubren la belleza de estas aves, también se fortalece el compromiso de las comunidades locales por preservar su entorno.
El aviturismo, por lo tanto, se presenta como una vía no solo para la observación de aves, sino también para el empoderamiento y la educación ambiental. Con cada visita, los turistas no solo aprenden sobre la avifauna de la región, sino que también contribuyen a un modelo económico que prioriza la sostenibilidad y la equidad. Este enfoque no solo beneficia a las comunidades locales, sino que también crea una conexión más profunda entre los visitantes y el entorno natural que están explorando.
Está actividad turística en la Reserva del Triunfo es un ejemplo de cómo la conservación y el desarrollo económico pueden coexistir. A través de la educación y la distribución equitativa de los beneficios, esta actividad no solo promueve la apreciación de la biodiversidad, sino que también empodera a las comunidades, asegurando un futuro más sostenible para todos.