Las artistas cubanas convierten cada concierto en un encuentro íntimo. Su propuesta musical combina emoción, autenticidad y experiencias
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
Dicen que la música viaja sin pasaporte, pero para Dúo Jade cruzar fronteras significa algo más que un simple desplazamiento. Tras su participación en la Feria Internacional de la Música de Guadalajara (FIM GDL) 2025, estas dos artistas cubanas han encontrado en México un punto de encuentro donde sus canciones pueden florecer y resonar con fuerza.
No buscan solo escenarios, sino conexiones reales. En cada concierto, su propuesta se convierte en un diálogo abierto con el público, donde la emoción y la honestidad marcan el ritmo. No es solo música: es un puente afectivo que, una vez tendido, invita a volver y reforzarlo.
La experiencia en Guadalajara fue, para ellas, un impulso vital. Hablan de México como un lugar que entiende su arte, que abraza sus mensajes y que les ofrece el terreno fértil para sembrar más que melodías: sembrar empatía, reflexión y presencia femenina en la industria.
Su visión no se detiene en la ovación del momento. Dúo Jade imagina un regreso cargado de nuevos paisajes, más ciudades por descubrir y audiencias con las que compartir historias que se escuchan, pero también se sienten. Lo suyo es construir recuerdos musicales que permanezcan. Y saben que, para lograrlo, cada paso debe ser tan intencional como cada verso que escriben. En su horizonte, México ocupa un lugar permanente, no una parada temporal.
Con la creatividad como brújula y la entrega como combustible, estas dos voces viajan ligeras, pero cargadas de intención. Regresar a México no es un deseo pasajero, sino un paso firme en un plan que busca consolidar su propuesta y estrechar aún más los lazos entre la isla y el país que ya sienten un poco suyo. Es una apuesta que trasciende lo artístico, que abraza lo humano y lo cultural como parte de su misión. Para Dúo Jade, cada escenario mexicano será siempre una página en blanco lista para llenarse de momentos irrepetibles.
Sé que viajan de manera constante entre Cuba y España, creo que no debe ser un ritmo de vida muy fácil, pero al tomar esta decisión de migrar a otras tierras para tener mayor alcance con su música, ¿Qué tan importante ha sido para ustedes el darle el espacio al instinto, a ese instinto artístico que les dice que hay que intentar cosas, aunque parezcan desfavorables o se tenga miedo? “Fíjate que Jade es un dúo que ha tenido el instinto muy presente en nuestra carrera. El instinto siempre ha estado en nuestra música, es un trabajo muy intuitivo, espontáneo, no tan planificado, o sea, nace de cosas que nos van llegando, pero que uno va teniendo una reacción muy natural, muy orgánica.
Y con esto de salir del país, escuchamos lo que nos pedía como artistas y como seres humanos en el momento en que apareció la idea de “oye, tenemos que”, porque al final creemos que todo artista va sintiendo la necesidad de poder viajar, intercambiar e insertarse en esa dinámica de espacios, festivales, conocer, interactuar con otros músicos, otras culturas y se fue dando sola, quiso la vida que el primer país que visitáramos fuera de Cuba fuera País Vasco, a través de unos amigos. Empezamos a conectar y no fue una decisión desacertada, ha sido todo lo contrario desde todos los puntos de viste porque te abre puertas para nuevas experiencias y desarrollando otras influencias musicales y todo eso te lleva a evolucionar. Por lo tanto, el instinto en Jade siempre tendrá la puerta abierta porque hasta ahora no nos ha ido mal”, respondieron.
Hace poco estuvieron en el Festival Internacional de Música en Guadalajara. Cuéntenme cómo fue su experiencia. “Tuvimos una gran experiencia y a lo largo de nuestra carrera ha sido el evento más importante en el que hemos participado. Fuimos con una ilusión tremenda, con la mochila, una pequeña mochilita, una guitarra, un tres cubano y con ganas de comernos ahí los 25 minutos que nos regalaron. Fue superintenso, fue muy bonito, muy reconfortante.
Como decimos en Cuba, le dimos la pata a la lata. Intercambiamos muchísimo, aprendimos demasiado. El evento es superdinámico, es supermovido, dura cuatro días y tú ves que se respira ese intercambio por todos lados entre músicos, entre los agentes de los bookers que van, los de las disqueras. Entonces, fue superbonito, la verdad. No habíamos participado nunca, el público el día de nuestro showcase estuvo increíble. Al otro día muchas personas nos paraban para saludarnos, para felicitarnos y de pronto nos sentíamos los Rolling Stones”, recordaron.
¿Cómo fue para ustedes esos cinco minutos antes de subir al escenario en su showcase? “Estábamos nerviositas. Hay que reconocer que siempre y más un tipo de concierto como este, donde tienes 25 minutos, antes tocaron otras bandas, hay una dinámica, se toca bajo e inmediatamente empieza el de arriba. Estuvimos confiando, pero también con la expectativa de ver qué pasaría. Éramos dos mujeres, guitarra y tres, con anterioridad habían tocado agrupaciones con formato medio y grande, una banda de jazz, de pop y rock.
Creemos que en el cartel de ese día Jade fue el único dúo, el único formato pequeño y con música acústica. Así que sí, el nerviosismo se hizo presente. Al final toda nuestra presentación salió mejor de lo que esperábamos, conectamos con la gente y se contagió con nuestra propuesta musical. La pasamos muy bien”, destacaron.
Tienen un álbum llamado “Caminando”, ¿De qué va ese proyecto? “Exacto, tenemos ese álbum, pero coincidió con la pandemia y no tuvo el recorrido que podía haber tenido. Sin embargo, es un material que recoge una etapa de Dúo con banda detrás, imagínate allá en Cuba, una locura, con músicos muy buenos, músicos jóvenes con muchísimo talento y se nos ocurrió arropar nuestra música con sonoridades, alguna cercanas al jazz y otros estilos.
El disco recoge esa etapa. Ahora estamos inmerso en otro proyecto que es un EP que queremos lanzar como dúo, algo pequeño, de manera que se aproveche que estamos las dos solas acá en España. Aunque en este material participan músicos, pero la sonoridad y los mismos arreglos apuntan hacía esa música de formato minúsculo.
Hasta ahora llevamos un avance que supera la mitad del proyecto, estamos en etapa de diseño y vamos a ver qué tal. Le tenemos mucha fe porque sabemos que son temas muy buenos y que cada uno de ellos logrará colocarse en el gusto de la gente”, afirmaron.
¿Qué tan importante es para ustedes el crear letras potentes? “Es un reto que todavía tenemos, no se puede decir que lo tenemos todo resuelto, cada canción te hace reflexionar qué quieres decir, cómo lo vas a decir y de qué manera lo puedes amplificar para que llegue a más gente. Así que le hemos dado mucha importancia a las letras, o sea, viniendo de Cuba y con los trovadores, los cantautores que venimos de esta tierra, referentes importantísimos y que no podía ser de otra manera el que no le diéramos importancia a los que queríamos contar. El ritmo y la melodía lo tenemos en la vena, pero la letra sale poco a poco dependiendo del tema que quieras escoger, se le da forma a esa vivencia, historia, emoción o reflexión. No obstante, es difícil y un reto que nosotras tomamos con gusto porque al generar una letra potente nos sentimos complacidas”, aseguraron.
En su álbum cuentan con una canción que se llama “Compás Espera” y hablan sobre sepultar el miedo, dejar el mal agüero y el veneno de la mala fe. ¿Ustedes qué han aprendido sobre eso en su carrera musical? “Cada vez somos más fuertes, cada vez desafiamos más las sentencias a muerte de que no podemos, de que estamos locas, de que ahí no es el camino, de que hay que besar algún sapo. Nosotras somos uno de los ejemplos de vida de nadar contracorriente. El miedo está, pero el miedo que hay que sepultas es el que te obliga a pararte, vamos hacia adelante, aprendimos a levantarnos más de una vez y es algo que cantamos en algunos versos de esa canción.
Compás Espera es una canción que la gente agradece mucho y que es un canto justamente a detenerte, pero detenerte para tomar aire, para hacer una pequeña pausa en el camino, respirar, visualizar, a lo mejor hay que cambiar, hay que desviarse un poquito, pero no parar. Entonces, lo tenemos muy asumido. A México, por ejemplo, fuimos y fue un riesgo que asumimos nosotras, sabíamos que era una oportunidad importantísima. Tal vez, un evento de este tipo exige una preparación la altura. Y a lo mejor, viniendo de Cuba también, siendo la primera vez que participábamos en algún evento de este tipo, no estábamos del todo preparadas como hubiéramos querido, pero lo asumimos porque dijimos de aquí saldrían cosas buenas”, puntualizaron.
¿Qué parte de Dúo Jade renacerá o se redescubrió durante el proceso creativo de su futuro EP? “Pues será nuestra primera producción independiente y nos enseñó que podemos ser capaces de gestionar nuestra música de una manera más autónoma, sin esperar tanto que todo te caiga en Cuba y hemos estado muy acostumbrada a esperar, por eso hemos descubierto que podemos ser emprendedoras, cosa que ha fortalecido el proyecto”, finalizaron.