Durante el primer mes de 2025, Chiapas reportó más de 100 casos de delitos por razones de género
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
En el primer mes de 2025, Chiapas registró una alarmante cifra de 132 carpetas de investigación por violencia contra mujeres, según los datos revelados por la plataforma alertadegenerochiapas.org.mx, que monitorea los informes de la Fiscalía General del Estado (FGE). Esta cifra, en un contexto donde el Día Internacional de las Mujeres se conmemora cada 8 de marzo, refleja la persistente y creciente violencia en diversas formas contra las mujeres en la entidad, que parece no tener un freno efectivo.
El delito más reportado en enero fue la violencia familiar, con un total de 50 casos registrados. Sin embargo, la violencia sexual también ocupa una posición preocupante, con denuncias de violación, abuso sexual y pederastia que aquejan a las mujeres en varias regiones del estado. Las denuncias por incumplimiento de las obligaciones de asistencia familiar se suman a un panorama donde la protección de los derechos de las mujeres parece estar muy por debajo de las expectativas de seguridad y justicia.
Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de Las Casas son las dos ciudades que concentran la mayor parte de los casos de violencia contra mujeres. Esta información es una clara muestra de la necesidad urgente de implementar políticas públicas más eficaces en estas zonas, donde la violencia sigue siendo un problema estructural que afecta a diversas clases sociales y edades.
El perfil de las víctimas también arroja datos preocupantes. De las 280 víctimas identificadas, la mayoría se encuentra en un rango de edad entre los 13 y los 39 años, lo que refleja la vulnerabilidad de las mujeres jóvenes y adultas en este contexto de violencia. Sin embargo, la violencia no respeta edades, dado que también se han registrado casos en mujeres de hasta 79 años, así como en menores de 13 años.
Las mujeres amas de casa son las más afectadas, lo que deja en evidencia una falta de apoyo económico y estructural para este sector de la población. Si bien otras profesiones, como las de empleadas, comerciantes o abogadas, también han sido víctimas, las amas de casa continúan siendo las más vulnerables. Esta situación pone en evidencia la necesidad de una mayor protección no solo a nivel policial, sino también en el ámbito económico y social para garantizar la autonomía y seguridad de las mujeres en todas las áreas de su vida.