En Tuxtla existen dos jardines con esta técnica que abona a la mejora de problemas ambientales
YUSETT YÁÑEZ/PORTAVOZ
Hemos sentido el efecto de las olas de calor en temporada de lluvias, incluso, algunas zonas se han inundado, sin embargo, especialistas ambientales aseguran que los bosques Miyawaki, podrían ayudar a mitigar estos problemas, ante dicha posibilidad, especialistas en el entorno verde buscan alternativas para crear bosques y con ello, mitigar los efectos del cambio climático, uno de ellos, es el método Miyawaki, una técnica revolucionaria de forestación que fomenta la biodiversidad y la restauración de hábitats.
“El método Miyawaki es conocido y utilizado globalmente, sobre todo, en el contexto urbano en muchas ciudades alrededor del mundo porque también tiene el nombre de bosques de bolsillo, ¿Qué quiere decir eso? Que tú puedes sembrar un bosque en un área mínima de hasta un metro cuadrado, un mini bosque denso, que está enfocado en la siembra de especies nativas del sitio”, mencionó Karla Mancilla, especialista ambiental.
En la ciudad, se han creado dos jardines con este modelo, donde, a decir de los testimonios de expertos, se ven resultados de crecimiento más rápidos, mejorando la calidad del aire y la captura de carbono en todos los sitios.
“Van a ver en un futuro que nos van a ayudar a limpiar nuestro aire, a capturar partículas contaminantes que pueden causar a la ciudadanía problemas cardiorespiratorios y además, también nos ayudan a generar muchas raíces en el subsuelo, un sistema radicular importante que nos ayuda a infiltrar agua, a propósito del tema de inundaciones que estamos viviendo en la ciudad”, agregó, Mancilla.
A diferencia de los métodos tradicionales con árboles espaciados, los bosques Miyawaki implican plantar un gran número de plántulas muy juntas, aproximadamente tres plántulas por metro cuadrado. Este método se utiliza para estimular un crecimiento denso y semejanza a un bosque. Esta competencia por la luz solar anima a los árboles a crecer más verticalmente y menos lateralmente.
El método Miyawaki tiene también sus particularidades, que deben tomarse en cuenta para lograr el éxito del proyecto. El cuidado en las etapas previas y de planeación tanto del bosque nuevo, como de la adaptación del método a cada lugar, es fundamental. Luego está, claro, el estudio de la vegetación local. Básicamente, son dos etapas o fases cruciales.
En tanto, a su manera para contribuir al cambio climático, cabe mencionar que la plantación de bosques es una forma barata de conservar el carbono en el suelo, el elemento químico cuya emisión necesitamos reducir para mitigar el calentamiento de nuestro planeta. Además, estos bosques atraen a los polinizadores locales como mariposas, caracoles y anfibios, aumentando la biodiversidad de la zona en la que el bosque crece.
Pese a que el método Miyawaki no está inspirado en una estética de paisaje linealmente estructurado típica de ciudad, sino más bien en el desorden propio de los bosques, la idea es que estos mini proyectos forestales puedan ser emplazados en diversos espacios urbanos como plazas, parcelas o jardines; siempre tomando en cuenta ciertas particularidades como las características del suelo, el tipo de plantas que se pueden plantar ahí, el clima del lugar, etc.