Protección Civil identificó 11 inmuebles vulnerables en el centro
YUSETT YÁÑEZ/PORTAVOZ
En pleno corazón de la capital chiapaneca, entre calles de tránsito constante y edificios modernos, sobreviven aún algunas casas antiguas que cuentan historias de otras épocas, pero que hoy, con los años y el abandono, representan un riesgo latente para quienes transitan o habitan cerca de ellas.
De acuerdo con Protección Civil Municipal, actualmente se tienen identificadas 11 viviendas en el centro de Tuxtla Gutiérrez que se encuentran en condiciones estructurales críticas, así como otros predios en las colonias Terán y San José Terán. Estos inmuebles, construidos en su mayoría hace más de 50 años, presentan severos daños derivados del deterioro natural de sus materiales y la falta de mantenimiento preventivo.
“En esta temporada de lluvias, el riesgo aumenta considerablemente. La filtración de agua daña la madera, provoca desprendimientos de acabados y debilita las paredes de adobe recubiertas con tabique, lo que eventualmente termina en colapsos parciales que pueden poner en peligro a quienes viven o pasan cerca de estas casas”, explicó personal de la Dirección de Protección Civil Municipal.
CÓMO DETECTARLOS
El proceso inicia cuando a través del área de valoración y riesgos se realizan inspecciones en zonas identificadas como vulnerables o cuando se recibe algún reporte ciudadano. Posteriormente, se solicita el apoyo de Política Fiscal Municipal para identificar al propietario del predio y notificarle el riesgo que su inmueble representa.
“Una vez que detectamos un daño parcial, se deja evidencia fotográfica y se envía un oficio al dueño para advertirle del peligro. En muchos casos, estas viviendas son abandonadas o pertenecen a familias que han emigrado y no se hacen responsables de su mantenimiento”, detalla el área técnica de Protección Civil.
LA EROSIÓN PROGRESIVA
Según los reportes técnicos, el deterioro inicia principalmente en techos y maderas estructurales cuando las lluvias se filtran. Esto provoca que los acabados de ladrillo empiecen a desprenderse, exponiendo las paredes de adobe, un material tradicional pero vulnerable al agua y la humedad prolongada. Conforme avanza la erosión, se debilita la estructura general de la casa hasta provocar colapsos parciales.
En casos más severos, como ha ocurrido en algunos predios del centro, las paredes terminan cediendo, generando escombros en vía pública, y poniendo en riesgo a peatones y automovilistas.
EL LLAMADO DE LAS AUTORIDADES
Protección Civil exhorta a los propietarios de viviendas antiguas, especialmente aquellas que superan los 50 años de construcción, a dar mantenimiento preventivo y a solicitar una valoración estructural si se detectan filtraciones, grietas o desprendimientos de acabados. La dependencia también invita a los ciudadanos a reportar cualquier inmueble en riesgo para su pronta revisión.
“La conservación del patrimonio arquitectónico es importante, pero primero está la seguridad de la ciudadanía. Muchas de estas viviendas podrían conservarse si se les da el mantenimiento adecuado; de lo contrario, con el paso de los años y la falta de cuidados, se convierten en riesgosas”, enfatizan las autoridades.