La falta de control sobre las adquisiciones municipales pone en riesgo la economía local y el presupuesto público
CARLOS RUIZ/PORTAVOZ
FOTO: ALEJANDRO LÓPEZ
Las dudas sobre el manejo de los recursos en el ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez volvieron a ser tema central en la última sesión de cabildo. Los regidores Areli Latournerie Castellanos y Francisco Rojas Toledo señalaron que la vigilancia sobre la ejecución del presupuesto sigue sin cumplirse como lo indica la ley, esto ha dejado abierta la posibilidad de irregularidades en adquisiciones y contrataciones.
Latournerie Castellanos denunció que la Oficialía Mayor no ha transparentado los procesos de compra, como lo exige el reglamento de la administración pública. Además, criticó a la Contraloría municipal por omitir su función de vigilar la cuenta pública, al dejar sin supervisión alguna los gastos millonarios que deberían ser revisados con detalle.
Uno de los puntos más delicados es la compra de bienes y servicios a empresas que, según los regidores, podrían ser fantasmas. En la sesión, se expuso que las cotizaciones oficiales no coinciden con los precios de adquisición y que se han presentado pruebas ante instancias como la Auditoría Superior del Estado (ASE) y la Fiscalía General del Estado (FGE) para esclarecer estas transacciones.
La regidora también cuestionó que el ayuntamiento prefiera hacer compras con proveedores foráneos en lugar de fortalecer la economía local. Argumentó que pagar sobreprecios y favorecer a empresas externas afecta de manera directa a los negocios de Tuxtla y a quienes dependen de ellos.
Aunque las denuncias ya han sido presentadas ante las autoridades correspondientes, la falta de vigilancia sigue siendo un problema estructural en el ayuntamiento. Sin una fiscalización efectiva, los recursos públicos corren el riesgo de seguir en un esquema de opacidad que afecta tanto a las finanzas municipales como a la confianza de la ciudadanía. Hasta ahora, el cabildo no ha ofrecido una respuesta concreta ante estas acusaciones.